El día lunes los retrasos en la estación de alta velocidad Chamartín, denunciados por los usuarios del AVE de Renfe, fueron espeluznantes. Entre los retrasos y los problemas con el aire acondicionado en los vagones, que llevaron a algunos de los viajeros a romper las ventanas de los trenes para escapar del calor. Aunque en un principio se criticó la postura del ministro de Transportes, Óscar Puente, durante la crisis, ayer en la tarde el ministro decidió finalmente responder a la situación y culpar al fabricante de los trenes, Talgo, en un momento en que la empresa ya tiene una incómoda relación con el Gobierno debido a la situación con la opa.
«El de ayer es el incidente que colma el vaso. Trenes estrenados el 21 de mayo, que están dando infinidad de problemas que sufren los usuarios y deterioran la imagen del servicio», escribía Puente en sus redes. Es cierto que hay molestia también desde Renfe, que ha pedido a Talgo compensación económica, pero también es una realidad que incluso después de las primeras incidencias se han vuelto a hacer pedidos al fabricante de parte de la empresa estatal.
En cualquier caso lo llamativo es la posición de Puente. El Ministro, además de los comentarios que señalan la solicitud de Renfe de compensación económica, no hizo más comentarios, ni presentó posibles soluciones. En la práctica se trata de una situación especialmente delicada para los usuarios, que además han sufrido diversos problemas con los servicios de la empresa estatal, que incluyen también los problemas del Cercanías y el Rodalies, servicios por cuyos problemas no ha conseguido culpables externos.
En cualquier caso, es una situación delicada, sobre todo por la actualidad del fabricante. La empresa se encuentra en pleno proceso de ser comprada por la empresa húngara Magyar Vagon, un proceso que desde el Gobierno se hace, en palabras del propio Óscar Puente, «todo por detener». Con la opción de una fusión con Skoda que detenga la opa húngara descartada, casi del todo es un momento delicado para entrar a una pelea con ellos, sobre todo si se quiere mantener la buena relación. Incluso así esto no ha detenido a un Puente que, sin embargo, no ha mencionado otras opciones para fabricar los trenes de las nuevas líneas de Renfe.
RENFE, BLANCO PERMANENTE DE LAS CRÍTICAS
En cualquier caso, no es una novedad que Renfe sea blanco de las críticas en redes sociales, sea el tren hecho por Talgo o no. En la práctica la empresa tiene varios problemas que apuntan por los problemas de puntualidad y comodidad de sus trenes, pero en la práctica se trata sobre todo de problemas con el servicio de Cercanías, lo cierto es que un caos como el vivido esta semana en el AVE no es parte de la rutina, y menos que el mismo llegue a una situación como para romper los vidrios del tren.
Incluso así parece complicado que para los usuarios la percepción sea que es culpa de Talgo. Aun si es verdad que desde la entrega en mayo de esta nueva tanda de trenes se habló de lo mucho que tiemblan, y de los permanentes problemas del espacio. Que ahora empiezan a acumularse problemas de puntualidad es sin duda suficiente para empeorar la relación entre las dos empresas, dos empresas que hasta el momento funcionaban de forma casi simbiótica.
¿QUÉ PUEDE HACER ÓSCAR PUENTE PARA RESOLVER LA SITUACIÓN?
En cualquier caso, el ministro no tiene demasiado margen de maniobra a corto plazo. Incluso sí, decide empezar a trabajar los próximos pedidos con otros fabricantes, ya Talgo tienen pedidos pendientes con Renfe, y en este momento la certeza de que estos no llegarán a tiempo se suman a las preocupaciones de cómo funcionarán después. Se suma a que si la empresa pierde el sello de calidad que le da la confianza de la empresa ferroviaria estatal, también pueden sufrir a nivel internacional con otros sistemas de alta velocidad con los que trabaja el fabricante.
Es todo lo que puede salir del tweet del Ministro, acostumbrado a enfrentar estas situaciones en la web dirigida por Elon Musk. Es complicado adivinar el futuro entre ambas empresas, pero lo cierto es que mientras sigan ocurriendo este tipo de retrasos en Renfe todo apunta a que Óscar Puente seguirá buscando culpables.