Los nuevos chips Intel Core 13 y 14 se apoderan de la garantía prolongada

En un movimiento sorprendente, Intel ha anunciado una ampliación de la garantía de dos años para una selección de sus últimos procesadores de 13ª y 14ª generación. Esta decisión llega después de que la compañía identificara un problema de voltaje operativo elevado que ha estado afectando a numerosos equipos de sobremesa que incorporan estos chips.

La firma de semiconductores ha reconocido que el fallo es irreversible y que, por lo tanto, la solución se enfoca en prevenir que el problema se extienda a más dispositivos. Como resultado, Intel ha optado por aumentar la cobertura de garantía de tres a cinco años, brindando así a los usuarios una mayor tranquilidad y respaldo en caso de que surjan problemas con sus equipos.

Procesadores Afectados y Extensión de Garantía

La lista de procesadores Intel de 13ª generación que se verán beneficiados por esta ampliación de garantía incluye modelos clave como el i9-13900, i7-13700 K y KF, i7-13790 F, i7-13700 y F, e i5-13600K y KF. Todos estos chips, pertenecientes a la nueva línea Core, recibirán dos años adicionales de cobertura.

Además, la empresa ha extendido esta medida a varios modelos de 14ª generación, entre los que se encuentran el i9-14900 F, K, KD y KF, i7-14700 F, K y KF, e i5-14600 K y KF. Estos procesadores también disfrutarán de la ampliación de garantía de dos años, brindando a los usuarios una mayor tranquilidad y respaldo en caso de que surjan problemas con sus equipos.

Solución Preventiva ante un Problema Irreversible

Intel ha reconocido que el fallo identificado en estos procesadores es de carácter irreversible, lo que significa que el parche desarrollado por la compañía tiene como objetivo prevenir que el problema se extienda a más dispositivos. Esto ha llevado a la decisión de ampliar la garantía, en lugar de simplemente ofrecer una solución reactiva.

La extensión de la garantía a cinco años es una medida proactiva por parte de Intel, que demuestra su compromiso con la calidad y la satisfacción de los usuarios. Además, al aplicar esta política a nivel mundial, la compañía reafirma su responsabilidad y su determinación por corregir los problemas que han surgido con estos procesadores de última generación.

En resumen, Intel ha dado un paso importante al extender la garantía de sus procesadores de 13ª y 14ª generación, reconociendo un fallo irreversible y buscando prevenir que este problema se propague a más equipos. Esta decisión refleja la atención y el servicio al cliente que la empresa está brindando, lo que sin duda fortalecerá la confianza de los consumidores en la marca Intel.