La Unió advierte de la cosecha de uva más baja en los últimos 30 años

La Unió Llauradora, una de las organizaciones agrarias más importantes de la Comunidad Valenciana, ha anunciado que la región se enfrenta a la cosecha más baja de uva de vinificación de los últimos 30 años debido a la grave y prolongada sequía que azota la zona.

Esta situación preocupante se debe a la disminución productiva estimada en un 29%, lo que se traduce en una producción de apenas 1,47 millones de hectolitros, un 42% por debajo de la media de los últimos 30 años. Además, la organización advierte que muchas viñas se están secando, lo que podría llevar al abandono de tierras de cultivo y de viticultores en la región.

DESCENSO DE LA PRODUCCIÓN POR DENOMINACIONES DE ORIGEN

Según los datos proporcionados por La Unió, la disminución de la cosecha respecto a la campaña pasada sería del 30% en la DO Utiel-Requena y Valencia, del 31% en la DO Alicante y del 27% en la IGP Vins de Castelló.

Estos preocupantes descensos en la producción se deben a la grave sequía que ha afectado severamente a los diferentes cultivos de la Comunidad Valenciana. La organización agraria señala que este escenario está provocando el creciente abandono de tierras de cultivo y de viticultores en la región.

Sin embargo, no todo son malas noticias, ya que La Unió destaca que se espera una buena calidad de la uva y la ausencia de problemas sanitarios graves por enfermedades y hongos en la próxima campaña de vendimia.

PRECIOS Y AYUDAS INSUFICIENTES PARA LOS PRODUCTORES

En cuanto a los precios, la única actividad rentable en el cultivo de la vid sería la producción de uvas blancas destinadas a la elaboración de cava, cuyas cotizaciones han pasado de 0,70 euros/kilo el año pasado a más de 0,80 euros/kg en la actualidad, con perspectivas al alza.

Por el contrario, para el resto de uvas blancas o variedades de uvas tintas, las cotizaciones no cubren ni los costes de producción de los viticultores. Por ello, La Unió reclama un repunte de precios que permita a los productores de la Comunidad Valenciana ver compensada en parte la merma de cosecha y los elevados costes de producción.

Además, la organización agraria insiste en la necesidad de ayudas extraordinarias por parte de las diferentes Administraciones para los productores de uva de vinificación, ya que hasta el momento no han recibido una respuesta positiva a sus demandas.

Según un estudio reciente de La Unió, las pérdidas para los viticultores de la Comunidad Valenciana por las consecuencias de la sequía superan los 24 millones de euros, sin tener en cuenta las pérdidas de las próximas campañas ni la muerte del arbolado o las pérdidas indirectas en otros sectores como la mano de obra, las bodegas o la logística.

En conclusión, la Comunidad Valenciana se enfrenta a una situación extremadamente complicada en el sector vitivinícola, con la peor cosecha de uva de los últimos 30 años, precios insuficientes y falta de ayudas para los productores, lo que pone en riesgo la sostenibilidad de este importante pilar de la economía agraria de la región.