Seguir madrugando en las vacaciones es algo que nos pasa a todos y muy pocos conocemos las razones. El fenómeno por el cual el organismo continúa despertándose a la misma hora, incluso durante las vacaciones, se debe principalmente al ritmo circadiano, nuestro «reloj biológico interno». Este reloj regula los ciclos de sueño-vigilia a lo largo de aproximadamente 24 horas, influyendo en diversos procesos fisiológicos como la liberación de hormonas, la temperatura corporal y los niveles de alerta.
2Disfrutar del desayuno y del amanecer y tiempo personal y actividades en silencio
Madrugar permite aprovechar la primera comida del día en su máxima expresión. Un buen desayuno, preparado con calma, no solo es nutritivo sino que marca un comienzo positivo para el día. Además, observar el amanecer, con sus colores y tranquilidad, es una experiencia revitalizante. Según un estudio, el 93% de los españoles se levantan temprano durante sus vacaciones para disfrutar del bufé del hotel, prefiriendo la variedad y frescura que ofrece esta comida.
Levantarse antes que el resto de la familia o compañeros de viaje te brinda un momento precioso para dedicar a tus intereses personales. Ya sea practicar yoga, meditar, leer o simplemente disfrutar de una ducha sin prisas, este tiempo es ideal para cuidarte y recargar energías. La tranquilidad de estas horas también facilita la reflexión y la planificación del día, reduciendo el estrés y aumentando la sensación de control.
