La reina Sofía, esposa del rey emérito Juan Carlos I, ha sido una figura central en la monarquía española durante décadas. Nacida como princesa Sofía de Grecia y Dinamarca, su vida ha estado marcada por el compromiso, el deber y, en muchos aspectos, la soledad.
A lo largo de los años, ha enfrentado numerosos desafíos personales y familiares, manteniendo siempre una imagen de fortaleza y dedicación. Pero ¿qué tanto puede mantener la fortaleza la reina madre en los momentos más difíciles que se le avecinan? Difíciles palabras han surgido a raíz de lo que ha estado sucediendo con su vida.
4La reina Sofía se encuentra cada vez más sola
Con el paso del tiempo, la reina Sofía ha visto cómo su círculo cercano se reduce cada vez más. Aunque continúa cumpliendo con sus deberes de estado y en ocasiones recibe la compañía de sus hijas, las infantas Elena y Cristina, la reina se encuentra mayormente sola.
Las apariciones públicas de la madre de Felipe VI son cada vez más infrecuentes, y su vida social se ha vuelto limitada. La ausencia de un círculo de amistades íntimas ha hecho que su soledad sea aún más palpable. A pesar de su estatus y su dedicación al servicio público, la reina madre enfrenta una soledad que es difícil de ignorar.