La controversia sobre la legalidad de comer o beber mientras se conduce ha generado un intenso debate entre los conductores españoles. Aunque la Dirección General de Tráfico (DGT) no prohíbe explícitamente estas acciones, el marco legal existente permite sancionar a quienes las realicen si se considera que comprometen la seguridad vial. Esta ambigüedad normativa ha creado una zona gris que deja a discreción de los agentes de tráfico la interpretación de la ley, generando incertidumbre entre los conductores.
A continuación analizaremos en profundidad las implicaciones legales, las posibles sanciones y las recomendaciones de la DGT sobre este tema que afecta a millones de conductores en España.
3Las consecuencias económicas: Multas que pueden amargar el viaje
Aunque comer o beber mientras se conduce no está explícitamente prohibido por la DGT, las consecuencias económicas de hacerlo pueden ser significativas si un agente de tráfico considera que estas acciones comprometen la seguridad vial.
Las sanciones por estas infracciones se dividen en dos categorías principales:
- Infracción leve: Si el agente considera que la acción de comer o beber «afecta a la libertad de movimientos, el campo de visión o la atención permanente a la conducción», puede imponer una multa de 80 euros. Esta sanción se aplica en casos donde se considera que la acción, aunque no ideal, no representa un peligro grave para la seguridad vial.
- Conducta negligente: En casos más graves, donde el agente observa una conducta negligente que crea una situación de riesgo, la multa puede ascender hasta los 200 euros. Esto podría aplicarse, por ejemplo, si el conductor está manipulando un alimento complejo que requiere mucha atención o si se derrama una bebida que distrae significativamente al conductor.
Es importante destacar que estas multas no solo representan un costo económico directo, sino que también pueden tener implicaciones a largo plazo. Las infracciones de tráfico pueden afectar el historial de conducción del individuo, lo que potencialmente podría llevar a un aumento en las primas de seguro de auto o incluso a la pérdida de puntos en el carnet de conducir en casos extremos.