El efecto IKEA, un concepto que debe su nombre al famoso gigante sueco de muebles, revela cómo nuestro esfuerzo por armar o crear algo puede hacernos valorarlo más. Esta manipulación psicológica no solo afecta nuestras decisiones de compra, sino también cómo percibimos nuestras relaciones y otras áreas de la vida. Conocer este sesgo cognitivo te ayudará a evitar decisiones impulsivas y a ser más consciente de cómo valoras el trabajo y el esfuerzo.
2Cómo influye en nuestras relaciones
El efecto IKEA no se limita a los productos. También impacta nuestras decisiones en el ámbito personal. Por ejemplo, en una relación, cuando enfrentamos juntos desafíos y problemas, tendemos a valorar más esos momentos y la relación en sí. Esto se debe a que el esfuerzo compartido crea una sensación de pertenencia y satisfacción, lo que hace que la relación parezca más valiosa. Si te encuentras en una relación donde el esfuerzo es constante y sientes que te involucra mucho, ten en cuenta que este sesgo puede estar influyendo en cómo percibes el compromiso y la calidad de tu relación.