En un giro político inesperado, los Comités de Defensa de la República (CDR) han tomado medidas drásticas para expresar su rechazo al acuerdo que posiblemente llevará al líder del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), Salvador Illa, a la Presidencia de la Generalitat en los próximos días. Convocando una manifestación masiva el próximo lunes, los CDR buscan movilizar a todo el independentismo catalán para hacer oír su voz en contra de lo que consideran una «ocupación unionista del 155».
La convocatoria de esta protesta se produce en un momento crucial, justo cuando las Juventudes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) deberán tomar una decisión sobre si su diputada en el Parlament, Mar Besses, apoyará o no la investidura de Illa. Dado que el voto de Besses es indispensable para que el candidato socialista obtenga la mayoría absoluta requerida, la movilización de los CDR podría ejercer una presión significativa sobre los partidos independentistas.
UN LLAMADO A LA ACCIÓN CONTRA EL «ENEMIGO» UNIONISTA
En un mensaje difundido a través de las redes sociales, los CDR han hecho un llamado a todo el independentismo a sumarse a la manifestación del próximo lunes. «Basta de independentismo de sofá y de boca. ¡Salimos a la calle para decir NO al enemigo!», han exclamado, dejando en claro su determinación de hacer frente a lo que consideran una «ocupación» del Govern por parte de fuerzas unionistas.
La convocatoria de esta protesta es una clara muestra de la profunda polarización política que atraviesa Cataluña en la actualidad. Los CDR, que han sido protagonistas de numerosas acciones de desobediencia civil en el pasado, ahora se han erigido como uno de los principales opositores al acuerdo entre ERC y el PSC.
Consideran que la llegada de Illa a la Presidencia de la Generalitat sería un retroceso en el camino hacia la independencia de Cataluña, y están dispuestos a movilizar a sus seguidores para hacer escuchar su mensaje.
Es importante destacar que la manifestación convocada por los CDR se produce en un contexto de gran incertidumbre política en Cataluña. Con el voto de Mar Besses en el Parlament siendo clave para la investidura de Illa, los CDR buscan ejercer presión sobre los partidos independentistas para que mantengan su posición de rechazo al acuerdo.
LA RESPUESTA DE LOS PARTIDOS INDEPENDENTISTAS
La convocatoria de esta manifestación por parte de los CDR ha generado una reacción inmediata en el panorama político catalán. Algunos partidos independentistas, como Junts per Catalunya (JxCat), han expresado su apoyo a la movilización, considerándola una oportunidad para hacer visible el rechazo al «unionismo del 155» que, según ellos, representa la figura de Salvador Illa.
Por su parte, ERC, cuyo voto en el Parlament será decisivo para la investidura de Illa, se encuentra en una situación delicada. Mientras sus Juventudes han sido convocadas a tomar una postura, el partido en sí ha mantenido un perfil más cauteloso, evitando posicionarse abiertamente en favor o en contra de la protesta de los CDR.
Esta ambigüedad refleja la complejidad del momento político que atraviesa Cataluña, donde los partidos independentistas deben equilibrar sus principios ideológicos con la necesidad de avanzar en el proceso político.
La manifestación convocada por los CDR se perfila como un momento clave en la disputa por el futuro político de Cataluña. Con la investidura de Illa como presidente de la Generalitat en juego, los CDR han lanzado un desafío al establishment político, buscando movilizar a la base independentista para hacer oír su voz. Esta acción sin duda marcará un hito en la compleja y polarizada situación que vive la región en la actualidad.
EL PULSO ENTRE EL INDEPENDENTISMO Y EL UNIONISMO
La convocatoria de esta manifestación por parte de los CDR refleja la intensidad del pulso entre el independentismo y el unionismo en Cataluña. Ambos bandos se encuentran en una confrontación cada vez más acérrima, luchando por imponer sus respectivas visiones sobre el futuro de la región.
Por un lado, los CDR y otros grupos independentistas ven en la figura de Salvador Illa y su posible investidura como presidente de la Generalitat una amenaza a sus aspiraciones de alcanzar la independencia de Cataluña. Consideran que su llegada al poder sería un retroceso en el proceso soberanista y una «ocupación unionista» del Govern.
Por otro lado, el PSC y sus aliados ven en la investidura de Illa una oportunidad de restablecer el diálogo y la gobernabilidad en Cataluña, alejándose de la confrontación que ha caracterizado los últimos años. Consideran que su liderazgo puede ayudar a tendert puentes entre las diferentes sensibilidades políticas de la región.
Este pulso entre ambas posturas se libra no solo en las calles, a través de manifestaciones como la convocada por los CDR, sino también en los pasillos del Parlament y en los medios de comunicación. Cada bando busca ganar terreno y consolidar su posición, conscientes de que el resultado de esta disputa tendrá un profundo impacto en el futuro político de Cataluña.
En definitiva, la convocatoria de esta manifestación por parte de los CDR es un claro indicador de la persistente tensión política que atraviesa la región. Mientras el independentismo se moviliza para hacer oír su voz, el unionismo busca establecer una nueva etapa de gobernabilidad y diálogo. El desenlace de este pulso marcará sin duda el rumbo de Cataluña en los próximos años.