La propia empresa de transporte ha hecho el anuncio. Uber está contando con la tecnología china, especialmente con el fabricante BYD, para acelerar el proceso de electrificar su flota. Es una «asociación estratégica plurianual» como lo ha descrito el propio fabricante chino, y aunque para ellos es una buena opción de ampliar su presencia en Estados Unidos y Europa, incluyendo a España, en la práctica es clave para Uber, sobre todo ahora que están en el proceso de electrificar su flota, con la idea de seguir funcionando en países que cada vez aumentan más sus presiones sobre los vehículos de combustión interna.
Es que no son los únicos que están trabajando en los procesos de electrificación de sus flotas. Aunque algunos de los competidores de Uber a nivel global, en particular la española Cabify, han presentado planes de electrificación mucho más ambiciosos que los de Uber en cuanto a velocidad del proceso, pero el conseguir un aliado, incluso uno tan controvertido como puede ser una empresa de origen chino, puede permitir a la mayor empresa de transporte del mundo alcanzar a sus competidores más pequeños en esta carrera.
Es además una estrategia que facilita al fabricante la venta de los vehículos y que permite a Uber reducir el costo del proceso de electrificación de su flota. Es una de las ventajas de conseguir un aliado directo, aunque será interesante ver como reaccionan las empresas que manejan las licencias de Uber, y si estarán dispuestos a invertir en los cambios de vehículos. Puede ser complicado para el día, pero es una situación interesante en cuanto a la evolución del negocio, y que puede tener un efecto directo en algunos de los reglamentos europeos sobre las VTC.
En particular, dado que desde Bruselas no se ha permitido que se controle el número de vehículos de las VTC operativo en las ciudades para proteger a las ciudades, pero sí por motivos de clima y tráfico, la transformación puede ser importante para la empresa. Al mismo tiempo, en la misma deben tener en cuenta la necesidad de aplicar otras fórmulas no mencionadas en el acuerdo, como el que los conductores tengan disponibles puntos de carga, y otras piezas clave del funcionamiento de los vehículos eléctricos en estas ciudades.
LOS LARGOS PROCESOS DE ELECTRIFICACIÓN
Es cierto que este momento es otra demostración de lo complicado que han sido los procesos de transformación energética en las grandes empresas. Es que el dejar de lado los combustibles fósiles, como el petróleo, ha sido más complicado y más costoso de lo esperado. Se suma la compleja realidad energética europea, que se hizo todavía más difícil después de la invasión rusa a Ucrania, y el aumento de las tensiones en Oriente Medio derivado de la guerra de Israel.
La otra mala noticia es que es posible que haya que voltear en dirección a China para enfrentar esta realidad. Aunque Uber se acaba de transformar en uno de los casos más evidentes de este tipo de decisiones, en la práctica el gigante asiático tiene bastante tiempo invirtiendo en estas tecnologías, con la idea de ser una opción atractiva para las empresas que se encuentren en mitad de este tipo de procesos.
A esto se suma que Uber, como buena parte del sector transporte en el mundo, se encuentra en la mira de este tipo de realidades. Es que el transporte, sea en cortas distancias o largas, se ha hecho uno de los puntos más visibles de la necesidad de transformar las fuentes de energía por motivos de cambio climático, y en particular el transporte de uso particular ha sido señalado una y otra vez por la opinión pública.
LA ELECTRIFICACIÓN PARA LA COMPETENCIA DE UBER
En cualquier caso, para la empresa de transporte es dar un paso adelante frente a sus dos grandes rivales del mundo de las VTC en España. Es que si bien tanto Cabify como Bolt están dando pasos para completar estos procesos de electrificación para 2030 y 2050 respectivamente. Es una de las ventajas de tener una presencia y un músculo internacional tan fuerte como el de Uber, aunque irónicamente nunca hayan podido competir de frente con las empresas locales del sector en China.
De todos modos, la realidad es que se ha convertido en una exigencia para poder mantener este tipo de negocios. Aunque los procesos de electrificación son complicados, será una exigencia cada vez más común para este tipo de empresas.
«Esta colaboración marca una nueva era en la electrificación de la movilidad urbana, y esperamos ver cómo nuestros vehículos enchufables de última generación se convierten en algo habitual en las calles de las ciudades de todo el mundo», ha asegurado la vicepresidenta ejecutiva de BYD y consejera delegada de BYD Americas, Stella Li.
«Cuando un conductor de Uber cambia a un vehículo eléctrico, puede ahorrar hasta cuatro veces más emisiones que un conductor normal, simplemente porque está más tiempo en la carretera», ha puntualizado el consejero delegado de Uber, Dara Khosrowshahi.
