El enroque del chavismo expone al mundo a un nuevo éxodo de venezolanos

Para nadie es un secreto que la migración venezolana causada por el chavismo ha sido una de las más grandes, sino la más grande, del siglo XXI. Ya previó a la elección del pasado domingo, había preocupación de que una victoria de Nicolás Maduro volviera a empujar al país en datos masivos de migración, pero en una situación en la que hay motivos de sobra para dudar del resultado presentado desde el Consejo Nacional Electoral (CNE), y donde una vez las protestas toman las calles del país mientras el régimen hace un llamado a la violencia, con Diosdado Cabello amenazando con un «baño de sangre» y Maduro pidiendo se señale a quienes protestan a través de una aplicación digital. 

Por tanto, es de esperar que, si la situación no cambia en los próximos meses, se vea una nueva ola de migración saliendo del país. Es una emergencia interna, para un país que ya ha visto como han partido de su tierra casi 8 millones de personas, y también un aviso para España y, sobre todo, los países de Latinoamérica, de que pueden tener que asumir la llegada de una mayor cantidad de venezolanos. El problema es que algunos de estos están al límite, y económicamente no pueden asumir la llegada de un alto número de nuevos migrantes. 

Europapress 6125045 31 July 2024 Venezuela Caracas Venezuelan President Nicolas Maduro Speaks

Pero estos están en una situación más difícil que antes. Muchos países de la zona han cambiado sus leyes migratorias para hacerlas más estrictas, lo que hace que la llegada de los venezolanos sea más complicada. Sumado a los problemas y riesgos que muchos de los venezolanos enfrentan en el camino, desde los paramilitares y los peligros naturales de la jungla del Darién, pasando por las personas que quieran aprovechar su desesperación el camino desde Venezuela ni al sur, para aquellos que apuntan a Perú o Argentina, ni al norte a Estados Unidos, es fácil, y en ninguno de estos países una norma de ‘pies secos’ como la que existía para los cubanos en el país norteamericano.

UN CICLO QUE SE HA REPETIDO VARIAS VECES DESDE LA LLEGADA DEL CHAVISMO

En la práctica, cada vez que hay una ola de protestas en Venezuela sin conseguir retirar a Maduro del poder, esta se traduce en una nueva ola migratoria. Aunque algunos políticos de Latinoamérica, y grupos empresariales dentro de Venezuela, han querido señalar las sanciones como el motivo de la crisis económica y la migración, lo cierto es que las grandes oleadas migratorias 2014 y 2017, en plena crisis humanitaria, demuestran que las mismas empezaron antes de las mismas.

Por otro lado, la situación interna es compleja. A pesar de que Maria Corina Machado y Edmundo González Urrutia han podido presentar más del 80% de las actas, que han publicado en una web en la que cualquiera puede ver los resultados por mesa con las actas. Estos mismos resultados recientemente recibieron un espaldarazo del New York Times, que puso a su equipo de investigación en las Américas a digitalizar actas y ha podido compararlas con parte de lo que pública la oposición, asegurando también que no hay datos que demuestren una victoria de un Maduro que, como mínimo, ya fracasó en su intento de legitimarse frente a la comunidad internacional

Pero lo cierto es que si no hay un cambio real en el país, los ciudadanos seguirán buscando una salida. No son solo los ciclos de protestas, sino que a pesar de que el Gobierno presume de una «recuperación» económica, el 60% de Venezuela sigue viviendo en la pobreza, sobre todo fuera de Caracas, la Capital, y sigue habiendo problemas con los servicios básicos como el agua o la electricidad, lo que el régimen sigue asegurando se debe a saboteos externos de los nunca ha presentado prueba alguna. 

¿QUÉ PUEDE PASAR EN VENEZUELA?

Es complicado dar un escenario exacto del futuro de Venezuela, después de todo la novedad es que la oposición ha podido demostrar el fraude electoral, incluso si una parte de los grandes poderes internacionales no lo ha querido asumir. Por tanto, incluso si estabiliza la situación con Maduro en el poder, la dictadura tiene una posición más que complicada a nivel internacional y aunque ha mantenido a sus aliados más poderosos, como Irán, Rusia o China, gobiernos de izquierda como los de Brasil, Colombia o Chile han mostrado incomodidad para asumir la victoria sin que el CNE sea capaz de demostrarla. 

Se suma al comentario más reciente del secretario de estado de Estados Unidos, que asegura que todo apunta a que Edmundo González Urrutia ganó la elección presidencial del pasado 28 de julio. Pero no ha hecho un reconocimiento como el que en el pasado hicieron con la figura de Juan Guaidó que dejó un mal sabor de boca en muchos de los apoyos históricos de la oposición y que genera algunas dudas en este caso a pesar de las pruebas evidentes.