La semana pasada, las solicitudes de subsidio por desempleo en Estados Unidos alcanzaron un total de 249.000, lo que representa un aumento de 14.000 personas respecto a la cifra anterior. Los perceptores de esta prestación sumaron en la semana finalizada el 20 de julio un total de 1,877 millones, equivalente a un ascenso en el número de beneficiarios de 33.000 personas, frente a los 1,844 millones de la semana previa. En el mismo periodo comparable de 2023, los ciudadanos con prestaciones alcanzaron los 1,776 millones.
Los principales incrementos se dieron en los Estados de Texas (5.962), Tennessee (769), Delaware (769) y el territorio de las Islas Vírgenes (7), mientras que las bajadas más pronunciadas se registraron en Nueva York (-8.091), Michigan (-6.941), California (-5.326), Missouri (-3.610) y Kentucky (-3.301).
REPUNTE EN LA TASA DE PARO
La tasa de paro en EE.UU. repuntó una décima en junio, al 4,1%, al tiempo que se crearon 206.000 empleos no agrícolas, una cifra inferior a los 218.000 nuevos puestos del quinto mes de 2024.
El número de desempleados en junio fue de 6,811 millones frente a los 6,649 millones de mayo, incluyendo 1,516 millones de desempleados de larga duración (aquellos sin trabajo durante 27 semanas o más), que representaban el 22,3% del total de desocupados.
De su lado, el número de personas empleadas a tiempo parcial por motivos económicos cayó en 199.000, hasta los 4,220 millones. Asimismo, la tasa de participación de la fuerza laboral se situó en el 62,6%, una décima más.
ANÁLISIS DEL PANORAMA ECONÓMICO
Estos datos reflejan un ligero deterioro en las condiciones del mercado laboral estadounidense, con un aumento en las solicitudes de subsidio por desempleo y una tasa de paro que repuntó ligeramente en el mes de junio. Esto podría ser una señal de una desaceleración económica en el país, a pesar de que se crearon nuevos puestos de trabajo durante el periodo.
Es importante destacar que el número de desempleados de larga duración sigue siendo elevado, lo que puede representar un desafío para la recuperación económica a largo plazo. Asimismo, la disminución en el número de personas empleadas a tiempo parcial por motivos económicos podría ser un indicador de una mejora en la situación laboral, aunque aún queda trabajo por hacer para lograr una recuperación sólida y sostenible.
En general, estos datos económicos deben ser monitoreados de cerca por los responsables de la política económica, quienes deberán adoptar las medidas necesarias para fomentar el crecimiento y la creación de empleo en los próximos meses.