El Festival de Mérida ha inaugurado su 70 edición de forma espectacular con el esperado estreno de la obra Medusa, protagonizada por Victoria Abril, quien regresa a los escenarios españoles en una reinterpretación del clásico mito. Este espectáculo, cargado de ritmo y energía, transforma la figura de la gorgona en una voz poderosa que representa a todas las mujeres que han padecido injusticias a lo largo de la historia. A continuación, profundizaremos en los detalles y la propuesta artística del evento.
Un nuevo enfoque de Medusa
La obra Medusa no solo se limita a contar la historia de la mitología grecorromana, sino que se embarca en una revisión profunda de su personaje principal. Medusa es presentada como una víctima; su único error fue desafiar a los dioses al resistirse a los deseos de Poseidón, y ser objeto de la envidia de Atenea.
La diosa de la sabiduría, en esta versión interpretada por Mariola Fuentes, lejos de proteger a su sacerdotisa, decide maltratarla condenándola a un destino monstruoso. La transformación de Medusa en un ser temido simboliza la violencia machista que muchas mujeres han enfrentado y su inevitable aislamiento debido a un aspecto que no refleja su verdadero ser. Este enfoque permite que la obra hable de temáticas relevantes, como la victimización y el empoderamiento femenino, en un contexto contemporáneo.
Un Perseo vulnerable
El semidios Perseo, interpretado por Adrián Lastra, se aleja del héroe tradicional que todos conocemos. En esta versión, Perseo es presentado como un personaje más vulnerable y sencillo, despojado de su aura heroica. Este enfoque resalta cómo a menudo las narrativas dominantes glorifican a los héroes a expensas del sufrimiento de las mujeres en las historias.
La obra aboga por una narrativa inclusiva, que permita escuchar las voces de aquellos que han sido silenciados, dándole una nueva dimensión al mito. A través de su historia, Medusa logra recuperar su voz y, a la vez, desafiar la narrativa patriarcal que la ha oprimido durante siglos.
Una propuesta escénica multidisciplinar
La puesta en escena de Medusa es una experiencia multidimensional que combina danza, música en vivo y una escenografía impactante. Mónica Boromello, encargada de la escenografía, ha creado un entorno visual fascinante que incluye grandes figuras de serpientes, simbolizando tanto la cueva de Medusa como su transformación. Además, se utilizan proyecciones de imágenes que complementan la narrativa, logrando un ambiente envolvente.
La música y el coro de cámara de Extremadura también juegan un papel crucial en la historia, aportando una sensación de profundidad emocional. La voz en directo de Ruth Lorenzo, quien realiza su debut en este contexto, se suma a los elementos artísticos que enriquecen la experiencia del espectador.
Victoria Abril, con su presencia carismática, guía al público a través de la obra con monólogos impactantes. Su capacidad para romper la cuarta pared se traduce en interacciones cercanas con el público, creando una conexión emocional que permite al espectador no solo observar, sino también sentir la historia de Medusa.
Los aplausos y desafíos en el estreno
A pesar de un estreno marcado por fallos técnicos, que el director José María del Castillo se apresuró a disculpar ante el público, la energía de la actuación mantuvo a la audiencia cautivada. El propio castillo reconoció los retos que conlleva el estreno en un escenario tan emblemático como el Teatro Romano de Mérida, donde el equipo solo tuvo dos días de ensayo.
El público, sin embargo, respondió con calidez y entusiasmo, aplaudiendo no solo la valentía del elenco sino el mensaje que la obra transmite sobre la lucha contra la violencia de género y la injusticia que enfrentan las mujeres a lo largo de la historia.
Esta respuesta entusiasta del público demuestra que la obra ha resonado en el corazón de aquellos que asistieron, siendo esta una experiencia que va más allá de la mera representación teatral. Se ha convertido en un estandarte para el debate sobre el papel de la mujer en la sociedad, un eco de las voces que han sido silenciadas durante demasiado tiempo.
Un festival de reflexiones
El Festival de Mérida, al presentar Medusa, abre un espacio para la reflexión sobre temas sociales actuales, fusionando el arte con el activismo. Este tipo de iniciativas son fundamentales para fomentar la conciencia social y empoderar a las mujeres a través de la cultura. A través de personajes como Medusa, la obra nos invita a cuestionar las narrativas históricas que han contribuido a la opresión y a las injusticias.
