La Administración de Transporte de Texas ha tomado una decisión trascendental al aprobar la adquisición de la autopista SH-288, propiedad de la concesionaria ACS. Esta medida, adoptada por unanimidad en una comisión celebrada el pasado martes, marca un hito en la gestión de las infraestructuras viales en el estado.
En virtud de esta resolución, el gobierno de Texas procederá a hacerse cargo de la autopista, otorgando a la corporación pública de transporte las autorizaciones necesarias para adquirir, financiar, operar y mantener este importante activo. La transacción conllevará una compensación máxima de 1.731 millones de dólares (1.606 millones de euros) que deberá ser abonada antes del 8 de octubre de 2024.
El Fin de una Concesión Privada
La decisión del Departamento de Transportes de Texas pone fin a la concesión que la empresa española ACS, a través de su participada Blueridge, había obtenido en 2016 para construir y operar la autopista SH-288. Tras cuatro años de funcionamiento, la administración estatal ha optado por recuperar el control de esta infraestructura, buscando abordar las crecientes preocupaciones de los ciudadanos en torno a los elevados peajes que se cobran en la vía.
Los datos revelan que la tarifa máxima de peaje permitida en la autopista SH-288 creció un 14,9% el año pasado y se ha vuelto a disparar otro 15,2% para 2024. Estas cifras han convencido a las autoridades de que el valor de la autopista está muy por encima del que se esperaba cuando se adjudicó a un consorcio privado en 2016. Por lo tanto, la decisión de adquirir la concesión responde a la voluntad de aliviar la carga financiera que soportan los usuarios de esta vía.
Implicaciones para ACS y Abertis
La medida adoptada por el Departamento de Transportes de Texas supone un riesgo estratégico para la compañía ACS, que mantiene una participación del 43,2% en la concesionaria Blueridge. Asimismo, la empresa Abertis, controlada al 50% por ACS, posee el 56,8% restante de Blueridge.
Según lo expuesto en los últimos resultados financieros de ACS, la administración texana dio un plazo de seis meses para negociar alternativas a la terminación anticipada del contrato. Sin embargo, las conversaciones entre las partes no han alcanzado un acuerdo hasta la fecha, y el Departamento de Transportes de Texas ha procedido a aprobar el cambio de titularidad de la autopista SH-288.
En definitiva, la decisión de Texas de adquirir la concesión de la autopista SH-288 representa un hito significativo en la gestión de las infraestructuras viales del estado. Esta medida, motivada por la creciente preocupación de los ciudadanos por los altos peajes, tendrá importantes implicaciones tanto para la concesionaria ACS como para la empresa Abertis, quienes deberán adaptarse a este nuevo escenario.