La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos ha anunciado un retraso en la aplicación de las medidas arancelarias decretadas por el presidente Joe Biden sobre la importación de vehículos eléctricos, baterías para su motorización y chips para ordenadores procedentes de China. Estas medidas, originalmente programadas para entrar en vigor este jueves 1 de agosto, ahora se postergan al menos dos semanas, mientras la oficencia revisa más de mil apelaciones recibidas.
Este retraso en la implementación de las nuevas políticas comerciales refleja la complejidad del escenario y la necesidad de un análisis exhaustivo por parte de las autoridades estadounidenses. La disputa comercial entre Estados Unidos y China sigue evolucionando, con implicaciones significativas para sectores clave como la tecnología, la infraestructura y la atención médica.
Impacto de los Aranceles sobre los Productos Chinos
Las medidas arancelarias decretadas por el presidente Biden afectan a una amplia gama de productos chinos importados por Estados Unidos, con un valor total próximo a los 18.000 millones de dólares. Entre los principales productos afectados se encuentran el acero, el aluminio, los semiconductores, los vehículos eléctricos, los minerales críticos, las placas fotovoltaicas y las grúas.
De este monto total, una mayor parte proviene de las importaciones de baterías de iones de litio, que representan 13.200 millones de dólares de las importaciones previstas por Estados Unidos desde China en 2023. En este caso, los aranceles sobre las baterías de iones de litio para vehículos eléctricos y sus piezas aumentarán del 7,5% al 25% este año, mientras que las baterías no destinadas a vehículos eléctricos verán el mismo incremento a partir de 2026.
Estas medidas arancelarias se enmarcan en los esfuerzos de la administración Biden por reducir la dependencia de Estados Unidos respecto a las cadenas de suministro de China, particularmente en sectores estratégicos como la tecnología y la infraestructura.
Preocupaciones sobre Prácticas Desleales de China
Estados Unidos considera que China ha contribuido «con el robo de propiedad intelectual» al control de hasta el 90% de la producción mundial de «insumos críticos» para la industria tecnológica, de infraestructura y de atención médica. Esto, según la Casa Blanca, «crea riesgos inaceptables para las cadenas de suministro de Estados Unidos y la seguridad económica», y contribuye a un «exceso de capacidad y de aumentos repentinos de las exportaciones de China que amenazan con dañar significativamente a Estados Unidos».
Estas preocupaciones sobre las prácticas desleales de China han llevado a la administración Biden a mantener e incluso aumentar los aranceles y otras barreras comerciales implementados por su predecesor, el expresidente Donald Trump. La disputa comercial entre las dos mayores economías del mundo continúa siendo un foco de tensión y de atención en el ámbito político y económico.
A medida que Estados Unidos revisa las apelaciones y analiza el impacto de estas medidas, se espera que la Oficina del Representante Comercial emita una postura oficial a finales del próximo mes. Esto evidencia la necesidad de un enfoque cauteloso y bien fundamentado por parte de las autoridades estadounidenses en un asunto de tanta relevancia para la economía y la seguridad nacional.