Con la llegada del verano, millones de españoles emprenden sus ansiadas vacaciones por carretera, inundando las vías con un espíritu festivo y despreocupado. Sin embargo, un detalle aparentemente inofensivo podría convertirse en un costoso error: el uso inadecuado de gafas de sol mientras se conduce. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha establecido normas estrictas al respecto, advirtiendo que ciertas gafas de sol pueden acarrear multas de hasta 200 euros.
En este artículo exploraremos las implicaciones de esta regulación poco conocida y su impacto en la seguridad vial.
3DGT: ¿Por qué nace esta restricción?
El uso de estas gafas mientras se conduce puede dificultar significativamente la visibilidad del conductor, aumentando el riesgo de accidentes, según informaron autoridades de la DGT. En situaciones de cambios rápidos de luz, como al entrar o salir de un túnel, el tiempo de adaptación visual del conductor puede aumentar peligrosamente, creando momentos de vulnerabilidad en la carretera.
Además, la multa no se limita solo al uso de gafas de categoría 4. La DGT también sanciona el uso de gafas no homologadas o compradas en establecimientos no autorizados, como gasolineras o mercados ambulantes. Estas gafas, a menudo más baratas y atractivas para el consumidor casual, no siempre cumplen con los estándares de seguridad necesarios para la conducción.