El Ministerio de Trabajo y Economía Social y los principales sindicatos y organizaciones empresariales han mantenido una nueva reunión de la mesa de diálogo social, en la que han logrado avanzar en las negociaciones para la reducción de la jornada laboral semanal a 37,5 horas en 2025. Aunque no se alcanzó un acuerdo definitivo, el tono de las conversaciones fue «constructivo» y las partes se han comprometido a retomar las conversaciones tras el verano, con la esperanza de llegar a un consenso.
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, destacó el compromiso de las organizaciones patronales de estudiar «seriamente» la propuesta del Gobierno, que incluye medidas para aplicar de manera flexible el recorte de jornada, mejorar el registro de jornada y garantizar el derecho de los trabajadores a la desconexión digital. Esto demuestra una actitud más abierta por parte de la patronal, que en un principio se mostraba reacia a esta iniciativa.
Flexibilidad y Protección de los Derechos Laborales
Una de las claves del posible acuerdo es la flexibilidad que el Gobierno ofrece a las empresas para que la reducción de jornada entre en vigor a lo largo de 2025, y no el 1 de enero de ese año. Esto permitiría que los convenios colectivos puedan renegociarse con las nuevas condiciones sin afectar a los que están vigentes.
Además, el Ministerio ha presentado una propuesta concreta para garantizar el derecho a la desconexión digital, tanto en el trabajo presencial como en el teletrabajo. Esto implica que los trabajadores no podrán sufrir «ni la más mínima consecuencia negativa» por ejercer este derecho, como no contestar llamadas o correos fuera de su jornada laboral.
Movilizaciones Sindicales en Septiembre si no Hay Avances
A pesar de estos avances, los sindicatos UGT y CCOO han advertido que, si la negociación no avanza tras el verano, iniciarán un proceso de movilizaciones a partir de septiembre. Consideran que la patronal, aunque ha mostrado un tono más constructivo, «no se está moviendo lo suficientemente de buena fe» para alcanzar un acuerdo que mejore las condiciones laborales de los trabajadores.
En este sentido, los representantes sindicales han apelado a la CEOE para que se «una, de buena fe, a la negociación» y se incorpore «al siglo XXI», pues la jornada máxima legal en España no se ha modificado desde el siglo pasado.
En resumen, la reunión de la mesa de diálogo social ha permitido avanzar en las negociaciones para reducir la jornada laboral semanal a 37,5 horas en 2025, con un enfoque flexible que respeta los derechos de los trabajadores. Sin embargo, los sindicatos advierten que estarán dispuestos a movilizarse si no se logra un acuerdo definitivo tras el verano.