La Dirección General de Tráfico (DGT) ha dado un paso adelante en su lucha contra la siniestralidad vial con la instalación de un nuevo radar de tramo en la Autovía del Cantábrico (A-8). Este dispositivo es capaz de multar en ambos sentidos de la marcha, algo que ha generado una fuerte indignación en los conductores. Cabe destacar que no se trata de una implementación novedosa, sino que comenzó en abril de este año y busca revolucionar el control de velocidad en una de las autopistas más transitadas de España. En este artículo te contaremos que motivos han llevado a la DGT ha tomar la decisión de implementar este nuevo radar caza conductores.
4Un periodo de adaptación: Seis meses de pruebas sin multas
Consciente del impacto que puede tener la introducción de este nuevo sistema de control de velocidad, la DGT ha establecido un periodo de prueba de seis meses. Este periodo, que comenzará en agosto, tiene como objetivo permitir a los conductores habituales de la A-8 adaptarse a la nueva realidad sin incurrir en sanciones económicas inmediatas.
Durante estos seis meses, el radar de tramo de la DGT funcionará con normalidad, registrando todos los excesos de velocidad que se produzcan. Sin embargo, en lugar de generar multas, el sistema enviará comunicados informativos a los conductores que hayan superado los límites de velocidad establecidos. Estos avisos tendrán un carácter puramente educativo, informando al conductor sobre la infracción cometida y las posibles consecuencias que tendría una vez finalizado el periodo de prueba.
Esta estrategia de implementación gradual refleja un enfoque centrado en la educación vial más que en la sanción inmediata. La DGT busca así concienciar a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad, dándoles la oportunidad de ajustar sus hábitos de conducción antes de que las infracciones tengan consecuencias económicas.