Alerta sanitaria: la AEMPS retira todos los esmaltes de uñas de una reconocida marca

-

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha ordenado la retirada inmediata del mercado de todos los esmaltes de uñas de la marca N.F.O. Esta drástica medida se ha tomado tras descubrir que estos productos contienen sustancias químicas prohibidas, específicamente tosilamida, formaldehído y benzofenona. Estas sustancias están prohibidas en productos cosméticos debido a sus propiedades inflamables y potencialmente peligrosas. En este artículo te contaremos que motivos han llevado a las autoridades a levantar esta alerta sanitaria.

1
Alerta sanitaria: sustancias tóxicas al descubierto

Alerta sanitaria: sustancias tóxicas al descubierto

La retirada de los esmaltes de uñas de N.F.O del mercado español ha puesto de manifiesto una preocupante realidad: la presencia de sustancias tóxicas y prohibidas en productos de uso cotidiano. Esta alerta sanitaria no solo plantea riesgos inmediatos para la salud de los consumidores, sino que también arroja luz sobre las posibles brechas en los sistemas de control y regulación de la industria cosmética.

La tosilamida, el formaldehído y la benzofenona, las sustancias encontradas en estos esmaltes, no son componentes inofensivos. Cada una de ellas tiene un historial de riesgos asociados que justifican su prohibición en productos cosméticos. La tosilamida, por ejemplo, es altamente inflamable y puede encenderse fácilmente en presencia de una fuente de ignición. El formaldehído, además de ser inflamable, es un conocido carcinógeno humano. La benzofenona, utilizada comúnmente como filtro ultravioleta, también presenta riesgos de inflamabilidad y puede formar mezclas explosivas con el aire cuando se calienta.

Lo más alarmante de esta alerta sanitaria es que estas sustancias aparecían en el etiquetado de los productos, aunque bajo nombres ligeramente modificados o alternativos. La tosilamida figuraba como «toylamde», el formaldehído como «formaldehydepesin», y la benzofenona mantenía su nombre original. Esta práctica de etiquetado podría interpretarse como un intento deliberado de ocultar la presencia de estas sustancias prohibidas, lo que plantea serias preguntas sobre la ética y las prácticas de la empresa fabricante.

Atrás