El arroz, un alimento básico en la dieta de millones de personas en Asia, América Latina, Europa y partes de África, es también una fuente preocupante de arsénico inorgánico, un metal pesado con serios efectos adversos para la salud. Según los últimos informes de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y otras instituciones, este grano, que proporciona energía y nutrientes esenciales, puede acumular impurezas tóxicas durante su cultivo en campos inundados. En este artículo te contaremos por qué la OCU lanzó una alerta sobre este alimento.
4Esfuerzos globales y reglamentaciones
A nivel global, se están realizando esfuerzos valiosos para abordar el problema del arsénico en el arroz. La Comisión del Codex Alimentarius, un organismo internacional que desarrolla normas alimentarias, ha establecido límites máximos permitidos para el arsénico inorgánico en el arroz. Estos límites son adoptados por muchos países para proteger a los consumidores.
En países productores de arroz, se están implementando prácticas agrícolas mejoradas para reducir la absorción de arsénico por las plantas de arroz. Estas prácticas incluyen la gestión adecuada del agua y el uso de fertilizantes que no aumenten los niveles de arsénico en el suelo. Además, se están desarrollando variedades de arroz que absorben menos arsénico, lo que podría ser una solución sostenible a largo plazo.
Investigaciones continuas y la colaboración entre gobiernos, instituciones de investigación y organizaciones de consumidores son esenciales para abordar el problema del arsénico en el arroz. La educación pública y la concienciación también juegan un papel crucial en la reducción de la exposición al arsénico, ya que los consumidores informados pueden tomar medidas para proteger su salud.