Constantín Gabriel Dumitru, coautor del robo en el restaurante Atrio junto a Priscila Lara, ha reconocido la sustracción de las botellas de la bodega del establecimiento en Cáceres. Sin embargo, Dumitru sostiene que el delito cometido no debería clasificarse como «robo con fuerza», sino como «hurto». A raíz de esto, solicita la repetición del juicio, argumentando que ya no deberían estar en la cárcel.
¿Robo o hurto? Dumitru busca justicia
Desde el principio, Dumitru y su coautora no han negado su presencia en el lugar. «Nosotros no hemos negado nunca si estuvimos o no, pero obviamente si se te acusa de un delito de robo con fuerza tienes que defenderte y ha sido prácticamente imposible», ha asegurado Dumitru. Actualmente, Dumitru disfruta de su primer permiso penitenciario ordinario después de cumplir dos años de condena, de los cuatro años y medio que le impusieron por el robo en octubre de 2021 de 45 botellas de la bodega del restaurante Atrio, valoradas en 1,6 millones de euros.
Los detalles del proceso judicial según Dumitru
Dumitru ha expresado su descontento con la defensa legal que se le proporcionó durante el juicio. «Pagamos demasiado por lo que hemos hecho y ellos han tenido mucha ayuda por parte de la policía, jueces, y hasta dudo de la abogada que tuve que quizá tuvo algo que ver, porque no me sentí defendido con totalidad», ha señalado el acusado, ahora acompañado de su nuevo abogado, Juan José Collado.
La historia detrás del hurto en Atrio
Dumitru descarta la teoría del «robo por encargo» que circula sobre el caso y pide a los dueños de Atrio que «cuenten la verdad» de los hechos. «Cuenta la verdad, que dejaste las cosas muy mal hechas allí y uno siendo un poquito más inteligente, te sacó lo que pudo y ya está», manifestó audazmente Dumitru.
Además, insiste en que «van a luchar» para que se repita el juicio debido a las irregularidades que considera se cometieron durante el proceso. Una de sus principales pruebas son unos vídeos codificados de la entrada en la bodega. Según Dumitru, «en blanco y negro y que duran treinta segundos, y en ese tiempo es imposible sacar 45 botellas de ahí».
La vida después de la prisión: Dumitru y su permiso penitenciario
Durante su primer permiso de tres días, Dumitru planea disfrutar del tiempo con sus hijos. «Tengo una cosa pendiente, una hija que falleció y no tuve oportunidad de despedirme de ella, y para mi salud mental, es lo que tengo que hacer ahora mismo», ha concluido visiblemente afectado.
Cuando se le preguntó sobre el paradero de las 45 botellas, Dumitru no proporcionó detalles, pero insinuó que el suceso tiene «mucha historia por detrás» y reveló sus planes de grabar un documental sobre el caso.
El trasfondo empresarial del robo de Atrio
La sustracción de las preciadas botellas de vino no solo afectó la reputación del restaurante, sino que también puso a prueba los sistemas de seguridad y las políticas de gestión interna. Este incidente subraya la importancia de la ciberseguridad y la gestión de riesgos en los negocios de hostelería de lujo. Atrio, como otros establecimientos de alta gama, debe revisar y actualizar continuamente sus estrategias de seguridad y protección de activos.
Las conclusiones y aprendizajes del caso Atrio
El caso de Constantín Gabriel Dumitru y Priscila Lara deja varias lecciones aprendidas para el sector empresarial, especialmente en la hostelería. Los sistemas de seguridad robustos y la capacitación del personal en la detección de comportamientos sospechosos son esenciales para prevenir este tipo de delitos. Además, la importancia de una defensa legal adecuada y la necesidad de garantías judiciales justas son aspectos claves que emergen de esta historia.