El caso Angrois: Responsables implicados en trágico descarrilamiento

En una decisión histórica, el Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago de Compostela ha condenado a dos años y medio de prisión tanto al maquinista, Francisco Garzón, como al exjefe de Seguridad en la Circulación de Adif, Andrés Cortabitarte, por el descarrilamiento del tren Alvia ocurrido en la curva de Angrois el 24 de julio de 2013. La sentencia, de más de 500 páginas, considera a ambos responsables de 79 delitos de homicidio y 143 de lesiones por imprudencia grave.

La jueza Elena Fernández Currás ha determinado que tanto Garzón como Cortabitarte infringieron «el deber de cuidado» de sus cargos, lo que supuso «un incremento ilícito del riesgo de un resultado dañoso que estaban obligados a prevenir y capacitados para evitar». Ambos quedan inhabilitados para el ejercicio de sus profesiones durante cuatro años y medio y deben indemnizar con más de 25 millones de euros a las víctimas.

Responsabilidad de Cortabitarte en la Seguridad de la Línea

La jueza condena al exresponsable de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, porque fue quien certificó que la línea y el subsistema de control, mando y señalización (CMS) reunían las condiciones de seguridad para la circulación, lo que permitió que el Ministerio de Fomento autorizase su puesta en servicio en diciembre de 2011.

Sin embargo, el análisis preliminar de riesgos que hizo la unión temporal de empresas (UTE) a la que adjudicó el proyecto constructivo del sistema CMS había identificado el peligro de descarrilamiento. Aun así, Cortabitarte autorizó la desconexión del sistema de protección automático ERTMS, lo que implicó que en ese tramo se operase solo con el sistema ASFA, en el que la responsabilidad recae únicamente en el conductor.

La magistrada considera «incomprensible» que «se conciba una línea de alta velocidad dotada de uno de los sistemas de protección del tren más seguro que existía» para luego «modificar el proyecto original dejando unos kilómetros de la línea sin tal protección».

Actuación «gravemente negligente» del maquinista Garzón

Por su parte, la jueza señala que el riesgo se concretó el 24 de julio de 2013 también debido a una actuación «gravemente negligente» del maquinista, Francisco Garzón. Según el fallo, Garzón atendió una llamada «carente de urgencia» del interventor y con la que «perdió su ubicación en la vía y no vio algunas de las señales que le hubieran permitido percatarse de que se estaba aproximando a la curva de Angrois».

Asimismo, la magistrada asevera que el descarrilamiento no hubiera ocurrido solo con que «el maquinista hubiera estado atento», sino también «si se hubieran adoptado medidas que controlasen la velocidad del tren» o, incluso, que «llamasen la atención» del conductor sobre «su obligación de reducir la velocidad de una forma más ostensible de las que había».

En resumen, la jueza considera que tanto Garzón como Cortabitarte son responsables del trágico accidente que costó la vida a 79 personas e hirió a otras 143, al infringir sus deberes de cuidado y aumentar de forma «ilícita» el riesgo de un resultado dañoso que estaban obligados a prevenir y evitar.