Los carburantes bajan por segunda semana seguida y el precio de la gasolina cae un 0,43%

La reciente evolución de los precios de los carburantes en España ha traído un respiro a los conductores del país, quienes han visto disminuir la factura en el surtidor por segunda semana consecutiva. Este descenso gradual en los costos de la gasolina y el diésel representa una tendencia positiva que ofrece un alivio en los presupuestos familiares y empresariales.

Según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio medio del litro de gasolina se ha reducido en un 0,43% con respecto a la semana anterior, situándose en 1,617 euros. Por su parte, el precio del diésel ha experimentado una caída aún mayor, del 0,53%, llegando a 1,492 euros por litro.

Esta evolución a la baja en los precios de los combustibles se enmarca en una tendencia que se ha mantenido desde finales de septiembre del año pasado, acumulando una disminución cercana al 15% en el caso de la gasolina y superior al 13% para el diésel.

La Factura del Depósito: Resistente al Paso del Tiempo

A pesar de esta reducción en los precios, llenar un depósito medio de 55 litros sigue siendo más costoso que hace un año. En el caso de la gasolina, el desembolso actual se sitúa en torno a los 88,93 euros, lo que representa un incremento de aproximadamente 11 céntimos en comparación con el mismo período de 2023. Por otro lado, para los vehículos de diésel, el coste de llenar un depósito medio asciende a 82,06 euros, unos 1,5 euros más que hace un año.

Precios Superiores a los Previos a la Guerra de Ucrania

Aunque los precios actuales de los carburantes en España se mantienen por debajo de los máximos registrados durante el verano de 2022, cuando la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el diésel los 2,1 euros por litro, ambos combustibles superan los niveles previos al estallido de la guerra en Ucrania. En febrero de 2022, antes del inicio del conflicto, el precio medio del litro de diésel era de 1,479 euros, mientras que la gasolina se situaba en 1,592 euros.

Esta situación refleja la complejidad y la volatilidad que han caracterizado al mercado de los carburantes en los últimos años, con una dinámica cambiante que ha impactado de manera significativa en los bolsillos de los conductores españoles. La evolución de los precios depende de múltiples factores, como la cotización específica de los combustibles, la evolución del crudo, los impuestos, los costes de la materia prima y la logística, así como los márgenes brutos.

Cabe destacar que, a pesar de esta tendencia alcista, los precios de los carburantes en España se mantienen por debajo de la media de la Unión Europea y de la zona euro.

En el caso de la gasolina sin plomo de 95, el precio en España se sitúa en 1,617 euros, mientras que la media europea es de 1,736 euros y la de la eurozona es de 1,784 euros. En cuanto al diésel, el precio en España es de 1,492 euros, inferior a los 1,614 euros de la media de la UE y los 1,637 euros de la zona euro.

Esta comparativa internacional muestra que, si bien los precios en España han sufrido un importante incremento en los últimos años, siguen siendo más asequibles que en otras regiones del continente. No obstante, la tendencia a la baja registrada en las últimas semanas ofrece un atisbo de esperanza para los conductores españoles, quienes esperan que esta trayectoria se mantenga y se traduzca en un alivio más tangible en sus bolsillos.