La regla de los 15 minutos ha dado mucho de que hablar en los últimos meses debido a su efectividad en el trabajo. En un mundo cada vez más ajetreado, la productividad se ha convertido en una prioridad. Sin embargo, enfrentamos constantes distracciones y nuestra propia procrastinación. Un método efectivo para mejorar nuestra concentración y productividad es la regla de los 15 minutos. Esta técnica simple pero poderosa nos ayuda a manejar mejor nuestro tiempo, superar la procrastinación y aumentar nuestra eficiencia. A continuación, exploraremos cómo implementar esta regla para transformar tu jornada laboral.
1El poder de empezar: dedica 15 minutos a una tarea específica
La regla de los 15 minutos consiste en dedicar un cuarto de hora a una tarea o proyecto específico, sin importar lo extenso que pueda parecer. Este cambio de mentalidad es perfecto para tareas que nos intimidan. Al empezar con solo 15 minutos, reducimos la presión y hacemos que la tarea parezca más manejable. Sorprendentemente, una vez que comenzamos, es común que continuemos trabajando más allá del tiempo inicial. Esto se debe a que el acto de empezar es la parte más complicada, y una vez superada, la tarea se vuelve más llevadera.