Rafa Nadal ha llegado a París rodeado de un aire de misterio y preocupación que ha encendido las alarmas en el mundo del tenis, especialmente para Carlos Alcaraz. El regreso del español, una de las grandes figuras del circuito, está marcado por la incertidumbre después de que él mismo admitiera estar “doblado” por molestias físicas.
Durante su primer entrenamiento en la capital francesa, Nadal mostró una intensidad inusual, pero sus declaraciones llenas de preocupación han inquietado tanto a seguidores como a expertos.
Con el torneo Olímpico en la pista de Roland Garros a la vuelta de la esquina, la condición física de Nadal se ha vuelto un tema crucial. Y ahora con la alianza con Alcaraz en representación de España añade una capa extra de tensión, ya que todos se preguntan si el veterano será capaz de alcanzar el nivel que lo ha hecho legendario en la tierra batida.
7La complicidad entre Rafa Nadal y su equipo
Durante el entrenamiento, Ruiz Cotorro tuvo que intervenir frecuentemente para ajustar las vendas en la mano izquierda de Nadal, quien bromeaba sobre el «pegamento caducado en 1972» que utilizaba para sujetar los vendajes.
La interacción entre Nadal y su equipo reflejaba un ambiente de complicidad y humor, a pesar de las molestias físicas.