El orégano, más que un simple condimento culinario, es un auténtico superalimento con múltiples beneficios para la salud. Esta hierba aromática no solo enriquece el sabor de tus platos, sino que también ofrece propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. Ya sea en su forma fresca, seca o en aceite, el orégano puede ser un aliado invaluable para tu bienestar. Hoy, descubrirás cómo el orégano puede mejorar tu digestión, fortalecer tu sistema inmunológico y aliviar el dolor articular.
1Mejora la digestión
Esta hierba aromática ha sido utilizado tradicionalmente para tratar diversos trastornos digestivos. En la medicina natural austriaca, la infusión de orégano se emplea para aliviar problemas gastrointestinales, como indigestión y gases. Sus compuestos fenólicos y flavonoides no solo promueven una digestión saludable, sino que también ayudan a reducir la inflamación en el tracto digestivo. Además, el orégano estimula la producción de bilis, facilitando la digestión de grasas y mejorando la absorción de nutrientes.
Tip: Prepara una infusión de esta hierba añadiendo una cucharadita de hojas secas a una taza de agua caliente. Déjalo reposar durante 10 minutos y bébelo después de las comidas.