El útero, o matriz, es un órgano muscular hueco situado en la pelvis, entre la vejiga y el recto. Es una parte importante del sistema reproductor femenino, el lugar donde se desarrolla el bebé durante el embarazo. Si existe alguna enfermedad uterina, se manifiesta con sangrado anormal, dolor pélvico o infertilidad, principalmente. Las causas que provocan las hemorragias pueden ser por problemas hormonales, tiroideos, infecciones, cáncer o miomas. Los miomas son los tumores más frecuentes del aparato genital femenino. Son tumores benignos, no tienen componente oncológico o maligno y se localizan en el tejido muscular del útero.
Una de cada dos mujeres puede desarrollar un mioma a lo largo de su vida. Sin embargo, entre el 50 y el 80 por ciento de los miomas uterinos son asintomáticos, por lo que muchas mujeres que tienen miomas no lo saben porque no presentan síntomas. “Un porcentaje muy elevado de miomas se han descubierto de forma accidental o casual, por una exploración, por una revisión ginecológica, por una mujer que ha ido a hacerse una ecografía de abdomen o cualquier otra prueba de imagen de esa zona y ha salido que tiene miomas”, explica el Doctor Manuel Albi González, Jefe de Departamento de Ginecología y Obstetricia de los Hospitales Universitarios Fundación Jiménez Díaz y La Luz.
Esta patología benigna es tan habitual que los especialistas dicen que el mioma es al útero como una peca es a la piel, “es muy frecuente, de hecho hay algunas condiciones que pueden predisponer, tanto componente familiar como, por ejemplo, la raza. En la raza negra es más prevalente que en la caucásica, pero sin embargo se ve en todas las mujeres del mundo” apunta la Doctora Laura Pineda Domínguez, Ginecóloga Adjunta del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.
Las causas de la aparición de miomas se desconoce, pero hay estudios que demuestran que las hormonas del ciclo menstrual, los estrógenos y la progesterona, influyen en su crecimiento, por este motivo sólo aparecen en la edad reproductiva. Antes de la primera regla y después de la menopausia, no se tienen miomas. En mujeres mayores que, después de una revisión rutinaria, aparecen miomas es porque los tenían cuando estaba en edad reproductiva. Para detectar los miomas, la ecografía es la prueba de imagen que ofrece el mejor diagnóstico “La ecografía en la valoración de los miomas, a día de hoy, es el gold standard, y de hecho muchas veces son las que nos proporcionan el diagnóstico en una exploración convencional” señala la Doctora Raquel Senosiain Echarte, Ginecóloga Adjunta del Hospital Universitario La Luz. Una vez detectado el tumor, el tratamiento puede ser con medicación para aliviar los síntomas que provoca el mioma o quirúrgico, destruyendo el mioma sin operar o quitando el tumor con cirugía convencional.
Otro procedimiento que se utiliza para examinar el cuello del útero y destruir el mioma es la histeroscopia, una intervención quirúrgica menor que consiste en introducir una cámara muy fina a través del cuello del útero para entrar en la cavidad uterina y así poder ver el mioma que está abombando y deformando la cavidad. “Con un bisturí acorde a esta cámara, de unos 3 mm, vamos recortando ese mioma hasta que lo terminamos de trocear, lo sacamos y esa cavidad queda otra vez normalizada” puntualiza la doctora Pineda. Uno de los problemas que puede provocar un mioma es la infertilidad, por eso es importante localizarlo para llevar a cabo el tratamiento adecuado antes de un embarazo, “cuando el mioma está dentro de la cavidad uterina, actúa como el hueso de un aguacate, es decir, interfiere, dificulta, hace diferente el entorno donde se va a localizar el embrión y puede dificultar la gestación” afirma la doctora Senosiain. Cada mujer es diferente y por eso los tratamientos que se deben aplicar tienen que ser personalizados. Hoy en día un útero miomatoso no tiene por qué impedir el deseo de ser madre de una mujer, en la mayoría de los casos de mujeres con miomas que quieren ser madres, con un tratamiento adecuado, pueden conseguirlo.
Uno de los temores con los que se encuentran los especialistas cuando extraen un mioma es la posibilidad de que éste sea un sarcoma. Hasta que no es analizado en la unidad de anatomía patológica, no se sabe al 100 por cien si es un mioma y no un sarcoma. El sarcoma es un tipo de tumor maligno que se origina en los huesos y los tejidos blandos. No es habitual encontrar un sarcoma cuando lo que se detecta parece un mioma y se comporta como tal. “Los leiomiomas son tumores muy bien delimitados, muy redondeados que cuando los vemos al microscopio está compuesto por células del músculo liso, idénticas a las del músculo normal. Esto es un indicativo de benignidad”, confirma la Patóloga Adjunta del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Ana Suárez Gauthier.
Si se tienen una regla abundante, una hemorragia uterina anormal, se siente dolor en la zona pélvica o en la parte baja del abdomen, problemas urinarios o de estreñimiento, aumento del volumen abdominal o dificultad para quedarse embarazada, se debe acudir al especialista. El diagnóstico precoz de un mioma es importante para poner el tratamiento adecuado a tiempo y conseguir, si es lo que se desea, un embarazo sin problemas.