El verano se presenta como una estación idílica para abrazar la naturaleza y explorar senderos a pie, pero cuidado con las peligrosas serpientes españolas. El clima cálido, los días largos y la exuberancia del paisaje invitan a disfrutar de actividades al aire libre como el senderismo; sin embargo, aventurarse en la naturaleza también implica ser conscientes de los posibles peligros que esta puede presentar.
En España, uno de los riesgos potenciales a tener en cuenta durante las excursiones de senderismo son las serpientes. Aunque la península ibérica alberga cinco especies venenosas, es importante recordar que las mordeduras letales son relativamente raras.
4La culebra de cogulla: Una joya discreta de la Península Ibérica
La culebra de cogulla (Macroprotodon cucullatus), también conocida como culebra viperina o culebra de tierra, es una de las especies de serpientes pequeñas y poco común que habita en la Península Ibérica y el norte de África; su presencia se extiende desde el sur de Francia y el norte de Italia hasta Marruecos, Argelia y Túnez.
La culebra de cogulla se caracteriza por su cuerpo corto y robusto, con una longitud total que oscila entre los 30 y 60 cm, su cabeza es pequeña y redondeada, con un hocico corto y ojos pequeños; su coloración varía según la región, pero generalmente presenta un dorso de color marrón, grisáceo o rojizo, con manchas oscuras irregulares y un vientre amarillento o blanco.
Esta especie se adapta a una amplia variedad de hábitats, desde bosques y matorrales mediterráneos hasta zonas rocosas y áreas agrícolas, es una especie que tiene como hábitat lugares secos y soleados, donde puede esconderse bajo piedras, troncos o en madrigueras. Aunque es una especie venenosa, no representa peligro para el hombre, dado su pequeño tamaño y la forma de sus dientes.