El verano se presenta como una estación idílica para abrazar la naturaleza y explorar senderos a pie, pero cuidado con las peligrosas serpientes españolas. El clima cálido, los días largos y la exuberancia del paisaje invitan a disfrutar de actividades al aire libre como el senderismo; sin embargo, aventurarse en la naturaleza también implica ser conscientes de los posibles peligros que esta puede presentar.
En España, uno de los riesgos potenciales a tener en cuenta durante las excursiones de senderismo son las serpientes. Aunque la península ibérica alberga cinco especies venenosas, es importante recordar que las mordeduras letales son relativamente raras.
2La víbora hocicuda: Una de las especies de serpientes muy escurridiza de la Península Ibérica
La víbora hocicuda (Vipera latastei), también conocida como víbora de Lataste, es la especie de víbora más común en la Península Ibérica, su presencia abarca todo el territorio, a excepción del extremo norte y los Pirineos, extendiéndose también por el norte de Marruecos.
La víbora hocicuda se caracteriza por su cuerpo robusto y relativamente grueso, alcanzando longitudes de hasta 70 cm, su cabeza es triangular y está bien diferenciada del cuerpo, con un apéndice nasal prominente que le da su nombre común; la coloración varía según la región, pero generalmente presenta un patrón de color marrón, grisáceo o negro.
Esta especie se adapta a una amplia variedad de hábitats, desde matorrales y bosques mediterráneos hasta zonas rocosas y praderas de montaña. Prefiere lugares soleados y secos, aunque también se puede encontrar en áreas húmedas. La víbora hocicuda posee veneno hemotóxico que, dependiendo de la edad de la víctima y de la atención médica oportuna, puede ser mortal y además causa dolor intenso, hinchazón, náuseas y vómitos.
