Alcampo perdió la guerra de precios del aceite de oliva: se aproximan nuevas estrategias

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El mercado del aceite de oliva en España está experimentando una transformación significativa. A casi un mes de la implementación de la reducción del IVA al 0% en este producto esencial, los supermercados se encuentran en medio de una intensa batalla de precios. En este escenario dinámico, Alcampo ha dado un giro inesperado en su estrategia, alejándose de la guerra de ofertas. Este cambio de rumbo se produce en un contexto donde el precio del aceite de oliva, aunque aún elevado, parece haberse estabilizado tras alcanzar picos históricos. En este artículo te contaremos que motivos llevaron a los directivos de Alcampo tomar este decisión.

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La montaña rusa de los precios del aceite de oliva: Un análisis del mercado actual

La montaña rusa de los precios del aceite de oliva: Un análisis del mercado actual

El mercado del aceite de oliva en España ha sido testigo de una volatilidad sin precedentes en los últimos meses. Factores como la sequía prolongada en las principales zonas productoras han desencadenado una crisis que ha llevado los precios a niveles nunca antes vistos. A principios de 2024, se registró un aumento anual del 63% en el precio del aceite de oliva, una cifra que alarmó tanto a consumidores como a productores.

Esta escalada de precios alcanzó su punto álgido cuando el litro de aceite de oliva llegó a costar 12 euros en algunos supermercados, un precio que parecía impensable hace apenas un año. Esta situación generó una gran preocupación en los hogares españoles, donde el aceite de oliva es un producto básico en la cesta de la compra y un elemento fundamental de la dieta mediterránea.

Sin embargo, en las últimas semanas, el mercado parece haber encontrado cierta estabilidad. Aunque los precios siguen siendo significativamente más altos que antes de la crisis, ya no se observan las fluctuaciones dramáticas que caracterizaron los meses anteriores. Esta relativa calma en los precios ha permitido a los consumidores adaptarse gradualmente a la nueva realidad del mercado, aunque sigue existiendo una preocupación latente por el impacto a largo plazo en los hábitos de consumo.

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