Decir que la retirada de Joe Biden, el actual presidente Estados Unidos, es una sorpresa, sería una tontería. Desde su debate con Donald Trump hace unas semanas, que demostró los inescapables efectos de la edad en su capacidad para enfrentarse al expresidente, se habían multiplicado las voces que pedían su retirada de la carrera presidencial, voces que se hicieron todavía más ruidosas después del atentado contra el presentador de ‘El Aprendiz’, y que ahora han hecho que la vicepresidenta, Kamala Harris, sea la elegida por el ex candidato para ser la candidata del partido en las elecciones de noviembre.
Parece ser una decisión desesperada, quedan menos de 4 meses para las elecciones y a pesar de que por mucho tiempo fue un candidato impopular, el intento de asesinato en su contra ha permitido que Trump ponga tierra de por medio entre él y Biden, que ya tenía una campaña cuesta arriba debido a su edad, que desde el principio fue vista como un problema importante por los votantes. Además, se hacía cada vez más evidente que era complicado para él mantenerse en la ruta de campaña.
Lo cierto es que el estado de salud de Biden había hecho que los ojos del partido estuvieran sobre Harris hace semanas. Incluso varios testimonios recientes hablaban de la importancia que estaba teniendo dentro de las decisiones de Gobierno, precisamente por la imposibilidad de Biden de tomar decisiones importantes en su situación actual. Pero es cierto que la situación no es especialmente cómoda para el partido, Kamala no es una candidata demasiado popular, al punto que si bien al principio del mandato actual se pensaba que ella podía ser la candidata en 2024, su impopularidad, mantuvo al presidente en la carrera.
POCO MENOS DE UN MES PARA LA CONVENCIÓN DEMÓCRATA
El primer reto de Kamala Harris será confirmar su candidatura en la próxima convención Demócrata. Para ella queda menos de un mes, se celebrará el próximo 19 de agosto, lo que puede ser suficiente para que ningún otro candidato del partido decida enfrentarse a los designios de Biden, en este caso, sobre todo por qué los delegados ya habían mostrado su lealtad al actual presidente, lo que hace que su elección, aunque aún no esté confirmada, sea la decisión lógica.
Pero hay el espacio de que algún otro demócrata levante la mano e intente ocupar el puesto que Biden le ha ofrecido a Harris. Hay nombres que han sido señalados durante los últimos días, como Pete Buttigieg o incluso la ex primera dama Michelle Obama, pero en ambos casos se trata de figuras cercanas a la administración actual y, por tanto, es de esperar que no decidan llevar la contraria a la decisión del hasta anoche candidato demócrata. En esa realidad lo esperado es que el partido se reúna detrás de la vicepresidenta.
Pero estos nombres también pueden dar pistas de quién puede ser el acompañante de Harris, y que debe ser elegido antes del 19 de agosto. Es evidentemente demasiado temprano para saber el nombre, pero las especulaciones estarán a la orden del día hasta que nombre al vicepresidente. En cualquier caso, será importante a tener en cuenta, pues, no importa como se vea, la carrera por la presidencia para Harris será un sprint cuesta arriba, y necesita estar bien acompañada.
KAMALA HARRIS Y SUS POSIBILIDADES REALES DE VENCER A TRUMP
Ahora la pregunta evidente es que posibilidad real tiene Kamala Harris de arrebatarle la presidencia a Donald Trump. No hay duda que el expresidente tendrá cosas que decir sobre esta decisión en los próximos días. Lo cierto es que no es una situación fácil, después de todo la campaña no solo es corta, sino que la asume en un momento especialmente complicado en el que el expresidente sigue empujado en las encuestas después del atentado. Al mismo tiempo, la apuesta Demócrata es que el techo del expresidente sea menor que al que pueda alcanzar la vicepresidenta.
Por supuesto, además hay un punto importante dentro de la campaña que seguramente los Demócratas intentarán usar. Kamala Harris tiene la posibilidad de ser la primera mujer presidente de Estados Unidos. No es un detalle menor, y aunque en 2016 no fue suficiente, Harris no carga con el peso del apellido Clinton, que fue parte de los problemas de Hillary, sobre todo por la compleja realidad de su matrimonio.
Será interesante seguir de cerca la campaña. En cualquier caso, tras confirmarse su candidatura, Harris tendrá una oportunidad de oro en septiembre, entonces será el próximo debate y con solo mejorar lo que hizo Biden en el primero tendrá bastantes posibilidades de conseguir un empujón en las encuestas.