Las lentejuelas, esos pequeños adornos que aportan un brillo inconfundible a cualquier prenda, tienen una historia mucho más rica y variada de lo que se podría imaginar. Desde las tumbas de los faraones hasta las pasarelas de moda, su evolución refleja tanto avances tecnológicos como cambios culturales. Hoy, exploraremos cómo un simple disco de metal o plástico se ha convertido en un símbolo de lujo, innovación y expresión personal. Aquí te compartimos tres aspectos fascinantes de su historia: su simbolismo en el pasado, su transformación a través de los siglos, y su impacto en la moda contemporánea.
1Un símbolo de estatus desde tiempos antiguos
El origen de las lentejuelas está profundamente ligado al simbolismo de riqueza y estatus en la antigüedad. En el Renacimiento, Leonardo da Vinci diseñó una máquina para producir discos metálicos similares a este material luminoso, aunque su prototipo nunca se fabricó. La palabra en inglés «sequin» proviene del árabe «sikka», que significa moneda, y del «zecchino», una moneda dorada de Venecia.
Estos adornos, a menudo hechos de oro, se cosían a la ropa para mostrar la riqueza del portador. En épocas medievales y del Renacimiento, ver a alguien con lentejuelas en su vestimenta no era inusual entre las clases altas, pues el brillo de estas piezas metálicas simbolizaba poder y prestigio.
