Desde que su relación con el entonces príncipe Felipe comenzó, para nadie es un secreto que la reina Letizia enfrentó grandes desafíos; no saber nada de protocolo, ser una mujer divorciada y no pertenecer a la aristocracia, fueron solo algunos de los impedimentos que debió sortear hasta que logró convertirse en lo que es ahora, la reina consorte de España y una de las royals más elegantes.
Al ser una mujer saludable en general y solo tener como problemas el neuroma de morton, es probable pensar que la reina no ha tenido necesidad de ser atendida por diferentes especialistas; no obstante, uno algo curioso tuvo que entrar en su vida a petición de la Casa Real.
4Letizia también debió aprender otros idiomas
El dominio de varios idiomas es esencial para cualquier miembro de la realeza. Letizia, ya competente en inglés gracias a su carrera periodística, tuvo que perfeccionar sus habilidades y aprender otros idiomas para poder comunicarse eficazmente con líderes y ciudadanos de todo el mundo.
Además del inglés, Letizia también se esforzó por mejorar su francés, un idioma crucial en el ámbito diplomático europeo. Su dedicación a aprender y perfeccionar estos idiomas demuestra su compromiso con su papel y su deseo de representar a España con la mayor competencia posible en la escena internacional.