La Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado una nueva estrategia de control de velocidad que está causando revuelo entre los conductores. Los nuevos radares, calibrados para multar a 60 km/h y estratégicamente ubicados en zonas de obras, han demostrado ser sorprendentemente eficaces. En tan solo seis días, estos dispositivos han registrado más de 10.000 infracciones, revelando que 8 de cada 10 vehículos exceden el límite de velocidad en estas áreas críticas. Esta iniciativa no solo busca reducir la siniestralidad, sino también proteger a los trabajadores en zonas de construcción vial.
4Más allá de la multa: una estrategia de concienciación
Aunque las cifras de multas son impresionantes, el objetivo de la DGT va más allá de la mera recaudación. Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia de concienciación sobre la importancia de reducir la velocidad en zonas de obras. Pere Navarro, director general de la DGT, ha enfatizado que el propósito principal es cambiar el comportamiento de los conductores y crear una cultura de respeto hacia los límites de velocidad, especialmente en áreas de alto riesgo.
La DGT ha acompañado la implementación de estos radares con una campaña de información pública. Se han colocado carteles grandes y visibles que anuncian la presencia de los radares y el límite de velocidad aplicable. Esta transparencia busca no solo advertir a los conductores, sino también educarlos sobre la importancia de moderar la velocidad en estas zonas críticas.
Además, la DGT está utilizando estos datos para desarrollar programas de educación vial más efectivos. La idea es que, al mostrar la realidad de las infracciones y sus posibles consecuencias, se pueda generar un cambio de mentalidad a largo plazo en los conductores españoles.
