La Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado una nueva estrategia de control de velocidad que está causando revuelo entre los conductores. Los nuevos radares, calibrados para multar a 60 km/h y estratégicamente ubicados en zonas de obras, han demostrado ser sorprendentemente eficaces. En tan solo seis días, estos dispositivos han registrado más de 10.000 infracciones, revelando que 8 de cada 10 vehículos exceden el límite de velocidad en estas áreas críticas. Esta iniciativa no solo busca reducir la siniestralidad, sino también proteger a los trabajadores en zonas de construcción vial.
2DGT: cómo funcionan los nuevos radares
Los nuevos radares implementados por la DGT no son simples dispositivos de control de velocidad; son una muestra de cómo la tecnología puede aplicarse de manera innovadora para mejorar la seguridad vial. Estos radares móviles están diseñados específicamente para operar en entornos dinámicos como las zonas de obras, donde las condiciones de la carretera pueden cambiar rápidamente.
Una de las características más notables de estos radares es su capacidad para ser reubicados fácilmente. Esto permite a la DGT responder de manera ágil a las cambiantes necesidades de seguridad en diferentes tramos de obras. Los dispositivos están calibrados para detectar velocidades superiores a 60 km/h, un límite que puede parecer bajo para muchos conductores, pero que es crucial para la seguridad en estas zonas de alto riesgo. A continuación te contaremos cuál ha sido el impacto real de los nuevos radares de la DGT.
