El pasado 19 de julio, se reportó un lamentable accidente en la localidad de Femés, situada en el municipio de Yaiza, Lanzarote, donde una mujer de 56 años perdió la vida tras caer en una zona de montaña. Este suceso ha conmocionado a la comunidad local y ha puesto de relieve la importancia de la seguridad en entornos naturales.
La caída, la cual ocurrió poco después de las 14:30 horas, llevó a la sala operativa del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 1-1-2 a movilizar rápidamente un dispositivo de emergencia. Estas situaciones, aunque inesperadas, subrayan la necesidad de contar con protocolos efectivos y personal capacitado en caso de emergencias en la montaña.
Intervención de los servicios de emergencia
Los primeros en llegar al lugar de los hechos fueron los efectivos del Consorcio de Seguridad, que incluyen unidades de Emergencias, Salvamento, y Extinción de Incendios de Lanzarote. También se movilizaron dos ambulancias: una medicalizada y otra de soporte vital básico, así como unidades de la Guardia Civil y la Policía Local.
El acceso a la mujer herida fue complicado debido a la dificultad del terreno. Los bomberos, demostrando su formación y dedicación, lograron llegar hasta la afectada. Lamentablemente, cuando los servicios de emergencia alcanzaron a la mujer, constató que se encontraba en parada cardiorrespiratoria. Inmediatamente, se iniciaron las maniobras de reanimación, que incluyen técnicas avanzadas y básicas de reanimación cardiopulmonar (RCP).
A pesar de los esfuerzos realizados por el personal del Servicio de Urgencias Canario (SUC), la situación no mejoró y se confirmó el fallecimiento de la mujer. Este trágico incidente resalta no solo el riesgo inherente de las actividades al aire libre, sino también la valentía y la dedicación de los equipos de emergencia que arriesgan sus vidas para salvar a otros.
Seguridad en actividades montañesas: recomendaciones esenciales
La tragedia en Femés nos invita a reflexionar sobre la seguridad al realizar actividades en la montaña. A continuación se presentan algunas recomendaciones claras para quienes disfrutan de estos entornos:
- Preparación previa: Antes de emprender cualquier ruta de senderismo, es fundamental informarse sobre la dificultad del recorrido y las condiciones climáticas. Planificar adecuadamente puede marcar la diferencia entre una experiencia placentera y una situación de riesgo.
- Equipo adecuado: Utilizar calzado apropiado y llevar consigo los elementos básicos de seguridad, como un botiquín de primeros auxilios, agua, comida y dispositivos de comunicación, puede ser vital en caso de emergencia.
- Conocimiento del terreno: Familiarizarse con las características del lugar y, si es posible, hacer el recorrido acompañado por un guía o persona con experiencia puede reducir considerablemente los riesgos. Además, se recomienda nunca aventurarse solo en zonas deshabitadas.
- Estado físico: Mantenerse en buena forma física y no sobreestimar las propias capacidades es crucial. Es importante conocer los límites personales y no forzarlos, especialmente en terrenos difíciles.
- Comunicación constante: Informar a familiares o amigos sobre la ruta a seguir y el horario estimado de regreso. Esto les permitirá actuar rápidamente si algo sale mal.
- Atención a señales de alerta: Si durante el recorrido se perciben cambios drásticos en la meteorología o se presenta dificultad en el camino, es aconsejable dar marcha atrás o buscar refugio.
La importancia de estar alertas en entornos naturales
La pérdida de una vida en un accidente de montaña es un recordatorio trágico de la necesidad de estar siempre alerta y preparados. Las actividades en la naturaleza pueden brindar momentos de diversión y conexión con el entorno, pero también implican riesgos que no deben ser subestimados.
Con la llegada del buen tiempo, muchas personas se sienten atraídas por el senderismo y otras actividades al aire libre, aumentando el tráfico en áreas montañosas. Por ello, es esencial promover una cultura de seguridad que priorice la salud y el bienestar de todos. La formación sobre primeros auxilios y la concienciación acerca de los peligros presentes en la montaña no solo benefician a quienes practican estas actividades, sino que también ayudan a todos aquellos que trabajen en la gestión de emergencias.
Este trágico suceso en Lanzarote debe servir de impulso para inculcar la responsabilidad en la práctica de deportes de aventura. Respetar las normas de seguridad y estar preparado ante cualquier eventualidad es la mejor forma de disfrutar de la naturaleza sin poner en riesgo nuestras vidas y las de los demás.