Tensión entre Mazón y el Gobierno por el trasvase Júcar-Vinalopó, mientras Bernabé anuncia novedades en infraestructuras

El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha acusado al Gobierno central de «paralizar» el trasvase Júcar-Vinalopó al «rechazar la reforma y arreglo urgente del embalse de San Diego, que es la clave». Esto, según Mazón, impediría que el agua circule por las obras que ya se están ejecutando en los tramos 1 y 2 del post-trasvase, valorados en más de 30 millones de euros.

Mazón ha sido muy crítico con el Ejecutivo, afirmando que «negar el agua» a la Comunitat Valenciana «se está convirtiendo en el deporte favorito del Gobierno de España», así como «ningunear, despreciar y negar a la provincia de Alicante el agua que se merece». Además, ha recordado que el Gobierno paralizó «26 veces, de manera política e injustificable, el trasvase Tajo-Segura».

LA RESPUESTA DEL GOBIERNO

Por su parte, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha asegurado que el Ejecutivo irá «garantizando y mejorando aquellas infraestructuras que se tengan que mejorar. Bernabé ha señalado que «si alguien puede decir que ha traído el agua del Júcar al Vinalopó y que ha hecho una inversión de más de 400 millones de euros en el trasvase Júcar-Vinalopó ha sido el Gobierno de Pedro Sánchez.

Además, la delegada ha criticado que Mazón hable de agua en un acto sobre infraestructuras, ya que a su juicio «de inversiones y de infraestructuras ferroviarias y viarias tampoco tiene mucho que decir». Bernabé también ha apuntado que ahora es la Generalitat la que debe realizar las obras del post-trasvase, que «son las obras que dependen de ellos y que las tienen que hacer».

LA IMPORTANCIA DEL TRASVASE JÚCAR-VINALOPÓ

El trasvase Júcar-Vinalopó es una infraestructura clave para garantizar el abastecimiento de agua en la provincia de Alicante, especialmente en una región que sufre recurrentes sequías. La reforma y arreglo urgente del embalse de San Diego es fundamental para que el agua pueda circular adecuadamente a través de este sistema.

La disputa entre el Gobierno central y la Generalitat Valenciana pone de manifiesto la importancia estratégica de esta infraestructura hídrica y la necesidad de alcanzar un acuerdo que permita su adecuado funcionamiento. La población y el tejido productivo de la zona dependen en gran medida de que este trasvase opere eficientemente, por lo que es crucial que ambas administraciones superen sus diferencias y trabajen de forma coordinada para garantizar el suministro de agua.