Carlos Alcaraz confiesa cuál es su forma favorita de desconectar del tenis
Carlos Alcaraz es un joven con una fuerte personalidad que sabe disfrutar de la vida más allá del tenis, a pesar de que este deporte sea su máxima prioridad. En una entrevista, expresó una interesante reflexión sobre cómo combinar profesionalismo con disfrute. El murciano dejó claro que valora tener tiempo para sí mismo y trabaja duro para disfrutar de la vida con sus seres queridos.
Aunque competir en estos torneos es su mayor sueño, no quiere ser esclavo del tenis y mencionó lo importante que es para él desconectar con amigos en sus conocidas escapadas a Ibiza: «Esas escapadas cortas a Ibiza, pasar dos o tres noches con los amigos, disfrutar, descansar y tener tiempo para mí mismo, creo que es fundamental y muy necesario para luego rendir en la pista con las pilas cargadas», afirmó el tenista español.
Carlos Alcaraz comienza a romper moldes
A sus 21 años, cumplidos en mayo, el joven murciano está desafiando convenciones. En la pista, con un estilo de tenis nunca antes visto. Fuera de ella, con un discurso que desafía el statu quo: habla abiertamente de sus debilidades y del impacto positivo de su psicóloga; y si se va tres días de fiesta a Ibiza, no lo oculta, sino que lo normaliza.
«Estoy viviendo un sueño aquí, es una locura para mí poder jugar estos torneos, ganarlos incluso, pero también quiero tener tiempo para mí. No quiero sentirme esclavo del tenis y perder tiempo para mí», dijo el murciano en una entrevista en el All England Tennis Club este lunes. «Esas pequeñas escapadas a Ibiza, dos o tres noches con los amigos, disfrutando, descansando, teniendo tiempo para mí, creo que son fundamentales y necesarias para venir luego a la pista con las pilas cargadas«.
Sin tocar la raqueta y sin horarios
A mediados de junio, justo un día después de ganar su primer Roland Garros, Carlos Alcaraz tomó un avión en París hacia Ibiza. Pasó tres días en la isla sin tocar la raqueta, sin pensar en tenis, sin preocuparse por los horarios, simplemente disfrutando, bailando y haciendo lo que le apetecía.
No se esconde ni le preocupa que se suban muchísimas fotos suyas a las redes sociales. Este nivel de apertura es raro en los deportistas de hoy, quienes suelen ser muy protectores con su vida privada. Las únicas fotos que se ven de las estrellas del deporte en Ibiza suelen ser en barcos, pero en el caso de Carlos Alcaraz no es así. En Ibiza, comenzó a preparar su éxito en Wimbledon, ya que dejó la isla con energía renovada y la mente despejada después de varios meses de intenso estrés debido a una lesión en el antebrazo que le impidió participar en Montecarlo, Barcelona y Roma, y puso en duda su presencia en Roland Garros.