La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) ha dado a conocer que, a pesar de las medidas tomadas para hacer frente a la sequía, la situación sigue siendo delicada. En declaraciones del director de la ACA, Samuel Reyes, se ha indicado que «en el peor de los escenarios» el sistema Ter-Llobregat, que abastece a Barcelona y su área metropolitana y a Girona y su entorno, podría volver a fase de excepcionalidad al final del año y en emergencia a finales del primer trimestre de 2025.
Reyes ha recordado que este sistema actualmente está en estado de alerta por sequía y ha reiterado que «la sequía no se ha acabado». Según el Servei Meteorològic de Catalunya, se han registrado 40 meses secos y solo 3 húmedos, lo que evidencia la gravedad de la situación. Muchas unidades de explotación están en alerta, en excepcionalidad e «incluso» en emergencia, lo que demuestra que la recuperación de los niveles hídricos aún no se ha logrado.
MEDIDAS PARA HACER FRENTE A LA SEQUÍA
Para hacer frente a la escasez de agua, la ACA ha indicado que se han aportado 180 hectómetros cúbicos de agua desalada, 50 de agua regenerada para ser potable y 7 para regadío. Además, se han hecho limitaciones a las actividades económicas y se han reducido los caudales ambientales, lo que ha otorgado «más resiliencia» al sistema.
Sin embargo, la desalinizadora del Besós, que entrará en servicio a finales de 2024, aportará 400 litros más por segundo y ayudará a «atrasar» un hipotético cambio a una fase de sequía más restrictiva. Asimismo, la ACA ha publicado en su web un visor con el que se puede consultar la evolución del sistema Ter-Llobregat, lo que permite hacer un seguimiento de la situación.
SANCIONES Y PROYECTOS FUTUROS
Según fuentes de la ACA, se han incoado 111 expedientes a municipios en el último trimestre de 2023 por incumplimientos de las dotaciones de agua por la sequía. Aunque no todos estos expedientes acabarán en sanción, la ACA ha insistido en que «no ha habido nunca voluntad de sancionar».
En cuanto a proyectos futuros, se destacan dos desalinizadoras en desarrollo: la desalinizadora Tordera II, que aportará 60 hectómetros cúbicos a la red del Ens d’Abastament d’Aigua Ter-Llobregat (ATL) y se prevé que esté acabada en 2028, y la desalinizadora del Foix, que se calcula que esté acabada en 2029 y aportará 30 hectómetros cúbicos. Estos proyectos, junto con las medidas ya implementadas, buscan fortalecer la resiliencia del sistema hídrico de Catalunya frente a la persistente sequía.