La pandemia de COVID-19 ha puesto en evidencia la necesidad de repensar las condiciones laborales en España. Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha sido enfático en su posición: si no hay un compromiso claro de la patronal en relación a la reducción de la jornada laboral, las organizaciones sindicales iniciarán un proceso de movilizaciones a partir de septiembre. Esta medida busca obligar al Gobierno y a las fuerzas políticas a posicionarse de manera definitiva sobre este asunto.
El Posicionamiento de los Actores Políticos y Empresariales
Álvarez ha manifestado la necesidad de contar con el apoyo del Gobierno y de la mayoría en las Cortes para lograr esta iniciativa. En este sentido, ha cuestionado la posición del Partido Popular, preguntándose si van a aprobar la jornada de 37,5 horas «o están haciendo el juego a la patronal». Por otro lado, ha exigido a la CEOE que defina claramente si está de acuerdo con la reducción de la jornada y en qué condiciones lo estarían, pues hasta ahora han visto «un pin pon» entre el Ministerio de Trabajo y la patronal.
La Demanda Sentida y Respaldada por los Trabajadores
Álvarez ha dejado en claro que la reducción de la jornada laboral ya no es una cuestión exclusiva del Ministerio de Trabajo, del Gobierno o de los sindicatos, sino una reivindicación sentida y demandada por los trabajadores y trabajadoras de España. Según el líder sindical, esta es la reivindicación más fuerte que ha vivido en sus años como secretario general de UGT.
Los sindicatos han manifestado que van a «responder a esa demanda de la sociedad» y han instado a la CEOE a dejar de «marearles» y a posicionarse de manera clara sobre la jornada de 37,5 horas y en qué condiciones estarían de acuerdo. Álvarez ha sido enfático en señalar que ya no es admisible la falta de definición por parte de la patronal, pues cada día oyen una nueva condición, lo cual debilita la posición de los trabajadores en la negociación.
En resumen, la lucha por la reducción de la jornada laboral en España se ha convertido en una prioridad tanto para los sindicatos como para los trabajadores, quienes exigen que el Gobierno, las fuerzas políticas y la patronal se posicionen de manera clara y definitiva sobre este asunto. La movilización de los próximos meses será clave para determinar el rumbo de esta importante reivindicación.