En una época en la que el equilibrio entre trabajo y vida personal es cada vez más crucial, el Gobierno de España ha iniciado conversaciones con los agentes sociales para abordar la incorporación paulatina de la jornada laboral de 37,5 horas. Lejos de establecer un plazo rígido, esta propuesta busca encontrar un acuerdo de país que sea efectivo y duradero, contando con la participación de todas las partes interesadas.
El secretario de Estado de Trabajo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, ha destacado que la reunión con los agentes sociales ha sido «constructiva«, lo que allana el camino para alcanzar un consenso que incluya a la CEOE y Cepyme. En lugar de tener vigentes las 37,5 horas a partir del 1 de enero de 2025, como estaba previsto, se plantea una incorporación más flexible a lo largo de todo el año, introduciendo posibles permisos adicionales o más vacaciones como medidas compensatorias.
Ejes Clave de Negociación
Uno de los principales ejes de negociación es la posibilidad de distribuir irregularmente el tiempo de trabajo, lo que beneficiaría a sectores con «ciclos productivos inconstantes» a lo largo del año, como la agricultura o la hostelería, donde hay una mayor carga de trabajo en períodos específicos.
Derecho a la Desconexión Digital
Otro eje importante es el derecho a la desconexión digital, un aspecto que ya se encuentra en el reglamento laboral, pero que se busca profundizar aún más en plena época de transición digital. El objetivo es «trabajar menos y no ser molestados cuando no trabajamos«, según el secretario de Estado.
Apuesta por la Negociación Colectiva
El Ministerio de Trabajo ha dejado claro que apuesta por el diálogo social, buscando «apurar al máximo los márgenes temporales» con el fin de alcanzar un «gran acuerdo de país» que cuente con el respaldo de todos los agentes sociales. Esto implica que, en lugar de una reducción «abrupta» de la jornada, se plantea una transición más gradual a lo largo de 2025.
Impacto y Beneficios de la Medida
Pérez Rey ha subrayado que este cambio legislativo «no va a hacer perder dinero» a las empresas, sino que, por el contrario, «va a expolear la productividad, dinamizando asimismo el país», lo que se traduce en empresas más productivas con menos horas de trabajo.
Además, la medida busca «democratizar» el tiempo de descanso, poniendo al mismo nivel a «los camareros y los banqueros«, es decir, evitando la existencia de trabajadores de «doble categoría«.
En definitiva, esta propuesta de jornada laboral de 37,5 horas se enmarca dentro de la visión del Gobierno de España sobre el futuro del trabajo, apostando por una Europa más próspera en materia de derechos laborales, con el objetivo de lograr un mayor bienestar y felicidad para los trabajadores.
