El PP restituye en el Senado el veto al techo de gasto que el Congreso eliminó en la Ley de Paridad

En un movimiento estratégico, el Partido Popular (PP) ha utilizado su mayoría absoluta en el Senado para revocar la enmienda a la Ley de Paridad impulsada por el PSOE y Sumar en el Congreso. Esta enmienda buscaba quitarle al Senado su veto irrevocable al techo de gasto, generando una batalla legislativa en torno al delicado equilibrio presupuestario.

Aunque la norma regresa ahora al Congreso, se espera que el Gobierno y sus socios parlamentarios vuelvan a eliminar la capacidad de veto del Senado sobre los objetivos de estabilidad presupuestaria. Esta disputa entre las cámaras revela la complejidad y la importancia del papel del Senado en el control del gasto público.

LA REVOCACIÓN DE LA ENMIENDA DE PARIDAD EN EL SENADO

El PP ha aprovechado la tramitación de la Ley de Paridad en el Senado, donde cuenta con mayoría absoluta, para suprimir la enmienda introducida por el PSOE y Sumar en el Congreso. Dicha enmienda modificaba un artículo de la Ley de Estabilidad Presupuestaria con el objetivo de despojar a la Cámara Alta de su capacidad de veto al techo de gasto.

En su justificación, el PP argumenta que la enmienda del Congreso presenta una «evidente y manifiesta falta de congruencia» con los fines esenciales del proyecto de ley, incumpliendo así la doctrina consolidada del Tribunal Constitucional.

No obstante, a pesar de los cambios introducidos por el PP en la Ley de Paridad, incluyendo la restitución del veto a los objetivos de estabilidad presupuestaria, la norma vuelve al Congreso para su aprobación definitiva.

LA BATALLA POR EL CONTROL PRESUPUESTARIO

El Gobierno había introducido la enmienda en la Ley de Paridad con el objetivo de especificar que, si el Senado rechaza los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública aprobados por el Congreso, estos se someterán de nuevo a votación por la Cámara Baja, siendo aprobados con una simple mayoría. De esta manera, se intentaba sortear el veto de la mayoría «popular» en el Senado, estableciendo un mecanismo que permitiera al Ejecutivo y sus aliados parlamentarios imponer su criterio presupuestario.

EL PAPEL DEL SENADO EN LA ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA

Actualmente, la ley establece que si los objetivos de estabilidad presupuestaria son rechazados por el Congreso o por el Senado, el Gobierno tiene un mes para remitir un nuevo acuerdo. Esta disposición otorga a la Cámara Alta un papel relevante en el control del gasto público, que el Gobierno y sus socios pretenden limitar.

En este contexto, se espera que la mayoría conformada por el PSOE, Sumar y sus aliados elimine en el Congreso los cambios introducidos por el Senado, recuperando así la supresión de la capacidad de veto de la Cámara Alta sobre los objetivos de estabilidad presupuestaria.

Esta disputa entre las cámaras legislativas pone de manifiesto la importancia del equilibrio y la contención mutua entre los diferentes poderes del Estado en materia presupuestaria, un delicado balance que marcará el rumbo económico del país en los próximos años.