En las cercanías de la vibrante y bulliciosa Manhattan, existe una isla envuelta en misterio y leyendas urbanas: North Brother Island. Situada en el East River, entre el Bronx y Rikers Island, esta pequeña franja de tierra ha sido el escenario de varios capítulos oscuros y olvidados de la historia de Nueva York. Hoy en día muy pocas personas tienen acceso a ella, pero la mayoría no quisiera entrar.
North Brother Island tiene una historia rica y a la vez inquietante. En el siglo XIX, fue el lugar donde se construyó el Riverside Hospital, destinado inicialmente a tratar a pacientes con enfermedades contagiosas como la viruela, el sarampión y la fiebre tifoidea.
Quizás su residente más famoso fue «Typhoid Mary» (Mary Mallon), la primera persona en Estados Unidos identificada como portadora asintomática de la fiebre tifoidea. Fue confinada en la isla durante más de dos décadas hasta la hora de su muerte.
De acuerdo con la cuenta de TikTok @cuentoshumanos, con el tiempo, el territorio fue reutilizado para varios propósitos, incluyendo un centro de rehabilitación para adictos a la droga en los años 50. Sin embargo, tras múltiples fracasos y controversias, el lugar fue finalmente abandonado en 1963. Desde entonces, ha quedado deshabitada y sus edificios, ahora en ruinas, están envueltos por la vegetación, creando un paisaje fantasmagórico.
1Acceso restringido a la isla
Hoy en día, el acceso a North Brother Island está restringido. Ahora es un refugio para aves, particularmente para el cormorán de doble cresta, y las autoridades de la ciudad de Nueva York limitan las visitas para proteger la vida silvestre.
Esta restricción ha alimentado aún más su aura de misterio. Las leyendas urbanas hablan de espíritus inquietos y eventos paranormales, atrayendo la curiosidad de los cazadores de fantasmas y los aficionados a lo macabro.
Más allá de que sea un lugar asociado con lo tenebroso, hay unas cuentas personas aventureras a las que, sin duda alguna, les gustaría probar suerte y retar al destino ingresando a este territorio cargado de energías extrañas y rarezas dignas de ser contadas.