Usar chanclas durante muchas horas seguidas puede parecer cómodo y conveniente, especialmente en climas cálidos o en situaciones de relax, como la playa o la piscina. Sin embargo, este tipo de calzado puede causar varios problemas de salud. Las chanclas, en general, ofrecen muy poco soporte para el arco del pie y no proporcionan la estabilidad necesaria para una caminata prolongada.
La falta de amortiguación adecuada puede llevar a dolores en el pie, tobillos y hasta en la espalda. Además, al tener que sujetar las chanclas con los dedos del pie, la marcha natural se ve alterada, lo que puede provocar tensión adicional en los músculos y ligamentos. ¿Te gusta llevar chanclas durante el verano? Descubre las razones para ser prudente al usarlas.
5Usar durante muchas horas las chanclas, puede causar alteración en la forma de caminar
Caminar con chanclas puede cambiar la forma en que uno camina, lo que se conoce como la «mecánica de la marcha». Este cambio puede poner tensión adicional en diferentes partes del cuerpo, incluidos los tobillos, las rodillas, las caderas y la espalda.
La falta de amortiguación y soporte en las chanclas significa que los pies absorben más impacto con cada paso, lo que puede trasladar el estrés a las articulaciones superiores y causar dolor o lesiones a largo plazo.