Usar chanclas durante muchas horas seguidas puede parecer cómodo y conveniente, especialmente en climas cálidos o en situaciones de relax, como la playa o la piscina. Sin embargo, este tipo de calzado puede causar varios problemas de salud. Las chanclas, en general, ofrecen muy poco soporte para el arco del pie y no proporcionan la estabilidad necesaria para una caminata prolongada.
La falta de amortiguación adecuada puede llevar a dolores en el pie, tobillos y hasta en la espalda. Además, al tener que sujetar las chanclas con los dedos del pie, la marcha natural se ve alterada, lo que puede provocar tensión adicional en los músculos y ligamentos. ¿Te gusta llevar chanclas durante el verano? Descubre las razones para ser prudente al usarlas.
2Falta de soporte para el arco del pie
Las chanclas suelen carecer de soporte adecuado para el arco del pie, lo que puede causar problemas a largo plazo. Esta falta de soporte puede llevar a la pronación excesiva, donde el pie se inclina hacia adentro, lo que puede generar dolor en el talón y el arco.
Además, el uso prolongado de calzado sin soporte adecuado puede contribuir al desarrollo de condiciones como la fascitis plantar, una inflamación dolorosa del tejido en la base del pie. La ausencia de soporte puede exacerbar esta condición, causando molestias significativas y limitando la movilidad.