La noticia de que la agencia de calificación crediticia Moody’s ha retirado el rating a la firma catalana Grifols ha causado un gran impacto en el mercado. La caída de las acciones de la compañía, de más de un 4%, refleja la preocupación de los inversores ante este hecho.
Grifols, empresa líder en la producción de hemoderivados, se enfrenta a un momento crucial en su trayectoria. La posible Oferta Pública de Adquisición (OPA) de exclusión que podrían lanzar conjuntamente los accionistas familiares y el fondo Brookfield ha sido el detonante de esta decisión por parte de Moody’s.
El Impacto de la Retirada del Rating
La retirada del rating por parte de Moody’s es un golpe significativo para la confianza en Grifols. Las agencias de calificación crediticia desempeñan un papel fundamental en la evaluación de la solvencia y el riesgo de las empresas, y su decisión de dejar de otorgar una calificación a Grifols envía una señal negativa a los inversores.
Jefferies Financial Group, uno de los inversores institucionales de la compañía, ha aumentado su participación en Grifols en las últimas semanas. Este movimiento, realizado antes del anuncio de Moody’s, podría interpretarse como una apuesta por la firma catalana a pesar de la incertidumbre que rodea a la posible OPA.
Además, la retirada de las calificaciones crediticias por parte de Moody’s podría dificultar el acceso de Grifols a los mercados de deuda, lo que podría tener un impacto negativo en sus operaciones y en su capacidad de financiación.
La Respuesta de Grifols
Ante esta situación, el consejo de administración de Grifols ha tomado medidas para dar seguimiento a la posible OPA de exclusión. La creación de un «comité de la transacción» formado por consejeros independientes y la contratación de asesores legales y financieros son pasos importantes para gestionar este proceso.
**La empresa ha señalado que Moody’s ha retirado las calificaciones debido a que se ha rescindido el contrato, lo que significa que la agencia solo tendrá acceso a información de dominio público. Esto podría explicar, en parte, la decisión de Moody’s de dejar de otorgar un rating a Grifols.
Sin embargo, la retirada del rating por parte de Moody’s es un revés significativo para la compañía y puede generar incertidumbre entre los inversores y analistas. La capacidad de Grifols para navegar por esta situación y mantener la confianza de los mercados será clave para su futuro.
La retirada del rating de Grifols por parte de Moody’s es un golpe a la confianza en esta empresa líder en el sector de los hemoderivados. La posible OPA de exclusión y la falta de información disponible para la agencia de calificación han sido los detonantes de esta decisión.
Grifols ha respondido con la creación de un comité y la contratación de asesores para gestionar la situación, pero la retirada del rating es un revés significativo que puede tener implicaciones en su acceso a los mercados de deuda y en la percepción de los inversores. La capacidad de la empresa para navegar por esta coyuntura será crucial para mantener su liderazgo en el sector.