La recuperación de la confianza en los mercados de deuda, la caída de la inflación y una importante cartera de inversiones pendientes son los principales factores que apuntan a un aumento de la actividad de las operaciones, incluyendo salidas, en el mercado de fusiones y adquisiciones durante el 2024.
Según el informe CMS European Private Equity 2024, que analizó cerca de 100 operaciones de ‘private equity’, los inversores se centrarán en operaciones en el mercado de capitalización media, mejoras operativas y adquisiciones estratégicas para impulsar la creación de valor.
A pesar de los desafíos macroeconómicos como la elevada inflación, la subida de los tipos de interés y los conflictos geopolíticos, la actividad de fusiones y adquisiciones se mantuvo relativamente estable en 2023 en comparación con 2022, registrando incluso un notable repunte en el último trimestre del año pasado.
Tendencias Clave en las Operaciones de Fusiones y Adquisiciones
Las nuevas inversiones constituyeron el 69% de las operaciones analizadas, con una tendencia continuada hacia las adquisiciones ‘add-on’, que representaron el 50% de todas las operaciones de capital riesgo. Además, las operaciones secundarias (‘secondary buyouts’) se duplicaron, reflejando el aumento de las salidas y los procesos organizados de venta.
En cuanto a los sectores, Tecnología, Medios de Comunicación y Telecomunicaciones lideró la actividad en 2023, con un 24%, seguidos por Ciencias de la Vida y Productos de Consumo, con un 15% cada uno. Los sectores de la Energía e Infraestructuras y Project Finance también registraron un crecimiento significativo.
Evolución de Cláusulas y Estructuras en las Operaciones
El uso de cláusulas de ‘earn-out’ disminuyó en 2023, pero se mantuvo por encima de los niveles anteriores a la pandemia, lo que indica una mayor confianza en las valoraciones. Por otro lado, se mantuvo la preferencia por los mecanismos de ‘locked box’, lo que pone de relieve la importancia de tener certeza del acuerdo para los inversores.
Además, se ha producido un aumento del uso de cláusulas de arbitraje, presentes en más de la mitad de las operaciones, y un creciente análisis de temas ESG (ambiental, social y buen gobierno), que se llevó a cabo en el 47% de las operaciones, reflejando la importancia de la sostenibilidad en las decisiones de inversión.
Asimismo, se observó un aumento significativo de las operaciones de ‘private equity’ que requirieron de la correspondiente autorización, evidenciando la existencia de mecanismos de control más estrictos.
Finalmente, el seguro de manifestaciones y garantías siguió siendo un elemento clave, sobre todo en las grandes operaciones, y la estructura de los programas de incentivos a directivos evolucionó, con un aumento de las opciones sobre acciones y periodos de devengo de derechos más cortos, lo que refleja una tendencia «más favorable» para los directivos.