Por qué Microsoft no quiere que uses ninguna contraseña en Windows 10 y Windows 11

1. Frecuencia recomendada: La frecuencia con la que debes cambiar tus contraseñas puede variar según el nivel de sensibilidad de la cuenta. Para cuentas críticas, como las bancarias o las de correo electrónico, se recomienda cambiarlas al menos cada 3 meses. Para otras cuentas menos sensibles, como redes sociales o foros, cambiarlas cada 6 meses puede ser suficiente.
2. Crear contraseñas fuertes: Cuando cambies tus contraseñas, asegúrate de crear nuevas contraseñas fuertes y únicas para cada cuenta. Las contraseñas fuertes suelen tener al menos 8 caracteres, incluyendo letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Evita usar información personal fácilmente deducible, como fechas de nacimiento o nombres de mascotas.
3. Utilizar gestores de contraseñas: Considera el uso de gestores de contraseñas para generar y almacenar contraseñas de forma segura. Estas herramientas cifran tus contraseñas y te permiten acceder a ellas con una única contraseña maestra.
4. Autenticación de dos factores: Donde sea posible, habilita la autenticación de dos factores (2FA). Esta capa adicional de seguridad requiere un segundo método de verificación, como un código enviado a tu teléfono móvil, además de tu contraseña, haciendo mucho más difícil que alguien acceda a tu cuenta incluso si conocen tu contraseña.

Cambiar tus contraseñas regularmente es una práctica esencial para mantener la seguridad de tus cuentas en línea en un entorno digital cada vez más complejo y amenazante. Esta simple medida puede ayudar a proteger tus datos personales, financieros y profesionales contra violaciones de seguridad y accesos no autorizados. Adoptar buenas prácticas de seguridad, como crear contraseñas fuertes y utilizar gestores de contraseñas, contribuye significativamente a fortalecer tu ciberseguridad. Mantén tus contraseñas actualizadas y asegúrate de proteger tus cuentas de manera efectiva en todo momento.