La libertad artística y la sensibilidad religiosa chocan nuevamente con la reciente destrucción de una escultura en la Catedral de Santa María en Linz, Austria. La obra, titulada «Coronación» y creada por la artista Esther Strauss, buscaba reinterpretar el nacimiento de Jesús desde una perspectiva feminista, provocando un intenso debate entre defensores del arte moderno y críticos conservadores.
1El desafío de la libertad artística frente a la sensibilidad religiosa
La escultura de Strauss, que representaba a la Virgen María en el momento del parto, fue considerada por algunos como una afrenta a los símbolos sagrados del catolicismo. La obra, parte de un proyecto más amplio sobre la igualdad de género en la iconografía religiosa, generó reacciones encontradas.
Aquellos que apoyaban la instalación la elogiaban por su innovación al representar un aspecto íntimo y natural del nacimiento de Jesús, además de destacar su relevancia en el contexto del centenario de la consagración de la catedral. Sin embargo, los críticos la denunciaban como blasfema y demandaban su retirada inmediata, argumentando que atentaba contra la sacralidad de la figura de la Virgen María.