La transformación de España en un centro neurálgico (hub) europeo de la electromovilidad es una estrategia clave para atraer inversiones, cumplir con los objetivos climáticos y mejorar la accesibilidad a la movilidad limpia. Esta conclusión se desprende de la jornada ‘E-Movilidad: Presente y Futuro’, organizada por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente.
La directora de T&E en España, Isabell Büschel, asegura que este posicionamiento permitirá al país atraer más inversiones, cumplir con los objetivos de descarbonización y resolver las vulnerabilidades tanto de la economía nacional como de la europea. La transición hacia el vehículo eléctrico se perfila como una necesidad imperiosa para lograr estos fines.
Acelerando la transición hacia la movilidad eléctrica
La directora del Área Industrial y Medio Ambiente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), Arancha García, ha recordado que en 2025 todos los fabricantes de vehículos, ligeros y pesados, deberán reducir sus emisiones de CO2 un 15% respecto a 2021. De no cumplir con este límite, se enfrentarán a multas de 95 euros por cada gramo de CO2 extra y por cada vehículo vendido. Por lo tanto, acelerar la venta de vehículos electrificados es fundamental para lograr los objetivos de reducción de emisiones.
En este contexto, el ejemplo de Portugal resulta revelador. Su tasa de matriculaciones de coches eléctricos es tres veces mayor que la española, gracias a que en 2010 estableció un marco regulatorio específico para la movilidad eléctrica. Según el presidente de la agencia estatal portuguesa para la infraestructura de recarga, Luis Barroso, el país cuenta con al menos una estación de carga por cada uno de los 318 municipios, lo que garantiza una solución de carga pública para los usuarios de vehículos eléctricos.
Desde la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive), se ha hecho hincapié en la importancia de eliminar incertidumbres y generar entusiasmo en torno a la movilidad eléctrica.
Según su director general, Arturo Pérez de Lucía, cada euro invertido en movilidad eléctrica en España se transforma en 1,8 euros de PIB y aporta un efecto arrastre en más de 20 ramas de actividad interconectadas con el sector. Además, la adecuada ejecución del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) en electrificación y redes permitiría mantener el equivalente a 550.000 empleos en 10 años.
Desmitificando la movilidad eléctrica
Finalmente, la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) ha presentado el informe ‘Mitos del coche eléctrico’, con el objetivo de desmentir los mitos más habituales que se extienden sobre la movilidad eléctrica. Según el responsable de transporte y movilidad de la organización, Cristian Quílez, estas iniciativas de «Cazamitos» son necesarias para combatir los bulos y la desinformación y transmitir información veraz y certidumbre que permita avanzar en la descarbonización y la transición ecológica justa.
Por su parte, el director de Ahorro y Eficiencia Energética del Idae, Pedro Pietro, ha destacado que el Gobierno ha destinado 2.550 millones de euros a impulsar la electromovilidad, siendo 1.550 millones correspondientes a Moves III, tras la última ampliación de 350 millones hasta finales de año. Además, pronto lanzarán 150 millones de euros de Moves Corredores, que permitirá financiar el despliegue de puntos de recarga especialmente en aquellos tramos de carretera donde no hay suficiente implantación.
En resumen, España tiene la oportunidad de convertirse en un hub europeo de la electromovilidad, atrayendo inversiones, cumpliendo con los objetivos climáticos y mejorando la accesibilidad a la movilidad limpia. Para lograrlo, es crucial acelerar la transición hacia vehículos eléctricos, inspirándose en modelos exitosos como el de Portugal, y desmitificar la movilidad eléctrica mediante campañas de información veraz y certidumbre.