Los errores más comunes en la tecnología del coche autónomo que impiden su avance

Hace no mucho nos parecía totalmente futurista el no tener que conducir físicamente para que nuestro coche nos llevara a nuestro destino sin tener que tomar el control, pero ese día está más cerca de lo que pensamos con el coche autónomo.

Hablamos del coche autónomo que, con una serie de sensores y lógica informática, es capaz de interpretar el mundo que lo rodea y conducir por este como lo haría un ser humano sin su intervención o con su asistencia parcial. Estos sensores permiten obtener información de la ubicación de los otros vehículos, su posición, la distancia y el carril por el que circulan.

EL COCHE AUTÓNOMO NECESITA DE INFORMACIÓN GPS Y MAPAS MUY PRECISOS

Esto, junto con información GPS y mapas suficientemente precisos, indican al coche en todo momento su situación y los elementos a su alrededor. En algunos casos también permite adaptarse a las condiciones climatológicas.

Actualmente se sabe que los fabricantes de automóviles del mundo avanzan imparables en el desarrollo del coche autónomo, una tecnología que tiene la intención de revolucionar la movilidad para hacerla más confortable y segura.

El objetivo último es alcanzar cuanto antes la cifra de 0 accidentes. Porque no hay que olvidar que se calcula que hasta el 94 % de los accidentes de tráfico del mundo se producen por errores humanos, y los coches autónomos se presentan como la tecnología capaz de corregir esta situación.

Sin embargo, también es verdad que a estas alturas su tecnología está lejos de ser la óptima. Tanto, que es debido a esto que el coche autónomo todavía no está siendo lo que se espera de él, sobre todo porque su software de hoy en día impide que sigan avanzando.

SU SOFTWARE SIGUE DANDO MUCHOS PROBLEMAS

Los vehículos autónomos incorporan cada vez más componentes informáticos, una tendencia que no va a decaer nunca. Esta realidad no está exenta de riesgos, por lo que surgen diferentes problemas de ciberseguridad.

Evitar ataques externos es fundamental para que la población confíe en su propio vehículo, así como para mantener una seguridad vial completa.

Un fallo o un hackeo pueden tener consecuencias desastrosas para el coche autónomo. Estas podrían ir desde la creación de embotellamientos durante largos periodos de tiempo a accidentes múltiples. Por tanto, conocer los diferentes problemas a los que está expuesto el sector ayudará a poder combatirlos de forma eficaz.

El vehículo autónomo estará conectado de muchas formas diferentes. Lo estará al smartphone del conductor, a la red móvil que dará acceso a los datos de la carretera o al sistema GPS. Pero también a los vehículos que hay a su alrededor para comunicarse con ellos y que la conducción sea segura y eficiente, y a un enorme número de dispositivos y sensores que vayan surgiendo en unas ciudades cada vez más conectadas.

RUTAS DE TRÁFICO INUSUALES O ERRORES HUMANOS DE OTROS CONDUCTORES SIGUEN PLANEANDO REOS IMPORTANES

Todas estas conexiones aumentan la exposición del sistema a posibles intrusos malintencionados, por ese motivo la ciberseguridad es un concepto vital en la conducción autónoma.

De forma muy resumida, los principales problemas a los que se exponen estos vehículos es la injerencia de un tercero en la circulación, lo que supondría la pérdida del control del vehículo, así como el robo de los datos generados por el coche.

Es así que los propios sistemas del coche autónomo también pueden resultar una amenaza para la seguridad. Sobre todo la comunicación en tiempo real con los satélites que guían al coche, si hay una pequeña desconexión, puede haber un accidente. O si se ensucia una cámara, por ejemplo, por el excremento de un pájaro, el coche pude tener graves problemas. Incluso, con las marcas viales ya se ha demostrado que solo con un puntero láser y un reflejo de luz se puede engañar a coches autónomos.